Una gorda desesperada porque le den likes y le llamen no por su nombre sino por sus apelativos sociales o apodos, se ha convertido en un remedo de la obesa de la deshonestidad intelectual, aquella que defiende a la convicta ex alcaldesa de la ciudad de Lima, aquella que justificó las agendas de la prófuga esposa sentenciada por crímenes acumulados, aquella que a todo pago anticipado le pone velitas de sacrificio y aquella que, siendo cómplice de tantos delitos (de forma directa o indirecta) es parte de los guionistas de la mentira y el odio.
La igual de espesa y creída, evidentemente no llega ni a la milésima parte de los seguidores de la mamífero polar que se retuerce entre empanadas y choripanes -a pesar que ha comprado “seguidores” en tiendas de bots- es de igual profesión, sin ejercer como su clon corporal por supuesto. Es una figura de redondez deshecha, que pone fotos de viajes “europíos” donde siempre está sola y ofuscada, resentida, olvidada y renegada; ella ataca al actual Alcalde de Lima, porque no es ladrón, como su pinky Susana sí lo es.
Ataca a todos los que no son de su esfera de miedo y resentimiento y se hace la “de centro”, siendo del partido morado o lo que queda del mismo, siendo marisolpereztellista, rafaelobelaundista, caterianista y más caricaturas de afiliación progre. Es lo que es, nada, pero hay que decirlo, porque la nada apesta cuando ofende.
Esa caviar rechoncha, progre embalsamada en gula, ataca a la Iglesia Católica que hizo obra y nos entregó un gran ejemplo de Vida de Fe con el Cardenal Cipriani, a la sazón Cardenal muchos años y Cardenal Emérito en la actualidad, cosa que no fue su ídolo Barreto o el actual, de cuatro meses como Cardenal, teniendo que renunciar a pesar de haber entrado por la ventana y sin méritos. Lo “crearon” de mala fe a Castillo, lo “crearon” de mala fe a Barreto.
Bueno pues, esa típica caviar, progre, de lenguaje de perreo, pone en redes sociales que la liberación de un asesino se justifica, dice ella… “porque el arma encontrada en manos del criminal, no se usó y además, porque la granada no explotó y esos son suficientes pruebas de que no hay pruebas” (eso dijo la ameba de izquierda).
Desapreciada caviar de sillón de cafetería barranquina: ¿Qué querías, más muertes por el disparo con un arma o la explosión de una granada? Eres una patética comunista egresada de una universidad privada, mirando de lado la verdad, porque vives del odio y del resentimiento, de no ser feliz, de ir por la calle obsesionada en hacer de tu vida un reclamo contra todo y por nada. Mírate al espejo y pídete perdón, caviar de corralón.