El daño efectuado por los medios de comunicación a la Libertad, en especial desde 1960 hasta hace unos años, es increíblemente derrotado cada segundo de la vida ahora, con las opiniones y expresiones que millones de usuarios de las redes sociales efectúan con absoluta independencia, así existan todavía pequeños espacios de manipulación mediática activista, militante del odio por envidia, que subsiste a duras penas y arremete estos días mediante el impulso de leyes contra las redes. ¿Lo sabían?
¿Creerían que la crisis existencial de “esa prensa” es que usted, sus amigos, su familia y yo hablemos, pensemos, digamos, gritemos y propongamos lo que nos dé la gana en el momento que lo consideremos necesario?
La respuesta no es un “sí” o un “no”, como siempre quieren imponernos compulsivamente todos los medios de comunicación. La respuesta es “nos tienen miedo” y por eso, están presionando para que los parlamentarios en todo el mundo impongan leyes de condenas, sanciones, exclusiones, censura y castigo a los que usan su Libertad individual o colectiva para opinar y no callar, esa es la verdad que se quiere tapar, diciendo algo así como que los ciudadanos se han excedido mucho, como que estamos sobrepasando los límites de la moral y la tolerancia. Pero ¿de qué moral, de qué respeto, de qué tolerancia puede vestirse el periodismo degradante que sirvió y sirve a las dictaduras comunistas, a gobiernos socialistas, a los “inmaculados” partidos de las izquierdas del odio que sirven de presión para sus grupos de interés y manipulación por el poder absoluto contra frágiles democracias, débiles sistemas de justicia y las poco reales instituciones que tienen nuestros países?
Hemos triunfado, millones de usuarios de internet, construyendo nuestros nuevos modos y costumbres nuevas de conversación y debate, para no callar ante la prensa de alquiler. Eso les arde a los medios tradicionales de la Era Caviar que siguen quebrando, que se siguen extinguiendo sin suscriptores, con menos lectores, con menos publicidad pública y privada. Están siendo castigados, los que encadenaron la verdad, usando el periodismo de escuela y buen oficio, a cambio del “periodismo de servidumbre y servilismo”.
Hoy está renaciendo un Periodismo de redacción y opinión, de noticias e información, que comunica para hacer que la gente lea y comparta, lea y pregunte, lea y participe, escriba y diga su propia opinión. Estamos venciendo al monopolio de la “verdad” impuesta por décadas.

