Seguramente algunos pensarán “es que estamos llenos de violencia, chismes, paradigmas y estereotipos anticipados” y sólo se consideran buenas obras a la ayuda a un local comunal, a la siembra de árboles, el recoger desperdicios en las playas o pintar las paredes de una escuela.
Veamos una escena como ejemplo: antes desayunábamos en casa, todos en la mesa, juntos, hablábamos de lo que íbamos a hacer, cada quien tenía su rol o sus tareas caseras. Nadie colocaba el teléfono en la cocina o a un costado de la taza de café, ni la televisión estaba prendida. Dicho sea de paso, los noticieros matinales no existían, hasta que apareció Buenos Días Perú. Pero en esos bellos tiempos, las noticias de asesinatos, robos y escándalos no eran la portada ni el eje del trabajo principal de los principales medios de comunicación, que siempre se destacaban por informar, comunicar, hacer periodismo.
Tomabas desayuno, no te ibas con el estómago vacío – como ahora- y además, te despedías con un buen abrazo, un beso, una señal de afecto.
Hoy corres, estás con el celular en el baño, en la mesa de noche, en la cocina, a la mano en el auto, en el transporte público. Las noticias cargan una inyección de odio y violencia o la resaltan, tienes adrenalina negativa inundando tu paciencia y el tráfico te ahorca cada minuto, si es que sales de casa, hasta que llegas al trabajo y prendes la computadora o desde tu hogar asistes a una reunión vía “zoom”, de esas decenas de reuniones donde todos siguen mirando el celular o una lap top mientras alguien habla del trabajo, las metas, las cifras, los compromisos y las siguientes reuniones.
Retornas a casa y después del “hola, cómo estás“, sigues viendo tu Facebook, emails, Messenger, tweeter, instagram y lo que se va inventando a diario. O retornas a la realidad temporalmente y sin apagar la computadora, sales de tu habitación o de la sala, o de tu escritorio si tienes más espacio en tu “home office” para ir a la cocina y tomar algo, o ver a tus hijos un momento y ellos, también están con algún medio informático a la mano o viendo la televisión, o metidos en video juegos. Y tu pareja, igual que tú.
Que son cosas importantes y necesarias ahora con mayor razón, eso no está en debate. Que la familia es lo más importante y necesario ahora y mañana, de eso estamos hablando.
Si te das cuenta, en tu casa como en la mía, lo principal debe ser la paz, quietud, amor y comunicación. Y para eso, no necesitas nada más que escuchar y ser escuchado.
Si te das cuenta, ni el gobierno escucha a los suyos, ni los suyos escuchan al gobierno porque tenemos gobernando injustamente, innecesariamente al odio, a la violencia, a extremistas vestidos de demócratas, pero por un tiempo nada más, ya que están sacando sus armas para destruir la paz, generando conflicto, caos y luego, revolución comunista.
Si te das cuenta, frente a una crisis social, sanitaria, económica y política que destroza al país, el diálogo con la sociedad ha desaparecido y eso es lo que falta.
¿Y quiénes deben lidera ese diálogo? Las Familias, los ciudadanos, nunca los políticos.
Imagen referencial: Dialogo en casa, captura de pantalla, YouTube