“En muchos lugares han crecido las adicciones dañando la vida de tantas personas, especialmente de los jóvenes. La droga es una verdadera herida para la sociedad, por ello no queremos que se naturalice entre nosotros su consumo; necesitamos despertar; porque entre todos hemos de ayudarnos a seguir caminando”, animó.
“Hoy decimos que no a las drogas”, afirmó, y citando al papa Francisco señaló que esto significa “decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, sí al deporte, sí a más oportunidades de trabajo. Si estos síes se hacen verdades no hay espacio para las drogas, para el abuso de alcohol, para otras adicciones”.
Monseñor Uriona aseguró que “todos estamos llamados a ser agentes de prevención, por ello hemos de seguir generando entre nosotros espacios sanos, recreativos, educativos, donde reine el compartir; espacios en los que se promuevan los valores fundamentales, en donde se promueva la vida”.
“Por tanto decimos No a la indiferencia y Sí al compromiso de buscar formas de vida que favorezcan una convivencia sana y en paz”, sostuvo.
Finalmente, recordó las palabras de Francisco a los jóvenes del Hogar de Cristo: “No se dejen vencer por los profetas de calamidades o por el cansancio. Cuando estén cansados miren a la Virgen y adelante”.