Acompaño estas líneas con fotografía de lo que realiza “En Bici al Cole” para facilitar la movilidad del educando dentro de nuestra geografía. Lo que deseen ayudar en la tarea los pueden encontrar en su fan page en Facebook bajo el mismo nombre.
En esencia, los doce ministros que han ocupado el cargo en los últimos once años no han logrado mejorar la gestión en el sector, la que calificaré sigue siendo pobre e inconsistente. Es decir, iniciaron cambios para que poco o nada cambie. Por ello considero que el próximo debe asumir la prioridad de concretar al menos un cambio estructural efectivo en la gestión de la educación en un país, cruzado por una cordillera que lo fracciona y casi lo desintegra (dificultando movilidad de libros, maestros y educandos), además de atacarlos con diferentes climas y condiciones en simultaneo.
Por otro lado, todos conocemos que las directivas desde el gobierno central en educación, algunas han generado cumplimiento a regañadientes, la mayoría con desgano y varias nacieron como letra muerta. Por ello se necesitan de instancias regionales que conozcan su territorio, población, climas y tengan interés de trabajarlo proactivamente. No desde la perspectiva de multiplicar por 25 el estado, sino de generar economías de escala, por ejemplo, PRONEID trabajó una seudo regionalización administrativa interna agrupando en zonas dos regiones.
La descentralización de la educación peruana se vendió como un proceso democratizador que significaría la mejora en el servicio. Han pasado 25 años y no existe beneficio medible para el ciudadano ni el estudiante, porque el MINEDU no ha sido capaz de organizar todo el potencial de desarrollo que existe de romper con el centralismo. El MINEDU ideó la descentralización como una manera de sacarse del peso de las escuelas, pasándolas a ser responsabilidad de los gobiernos regionales. Los años transcurridos demostraron que ese sueño del ministerio sin escuelas es utópico e irreal, porque se delegan tareas y autoridad, pero nunca responsabilidades.
En un entorno de limitados recursos públicos como el que viviremos los próximos años para enfrentar las brechas de infraestructura, material educativo y calidad en la educación conjuntamente; es increíble que se omita la participación de la célula básica de gestión educativa y se pretenda que solo con definiciones en la gestión de presupuestos por resultados de los niveles nacional, regional y local de la gestión pública se lograrán resultados diferentes.
Está claro que hay que empoderar a las escuelas y sus órganos de gobierno, y que toda la burocracia del sector sea la que trabaje para ellos. ¿El mundo al revés? Si, sobre todo si la burocracia pretende estabilidad o ganar más. La burocracia debe servir al ciudadano y en este caso quien determina sus bonos de productividad dentro del presupuesto por resultados sean los órganos de gestión de las escuelas, ellos deben tener la capacidad de premiar.
La incorporación de las escuelas y su participación en la distribución de beneficios en la gestión de presupuesto por resultados ayudará a romper la estructura de dependencia que existe dentro del sector, producto de la concentración de los recursos en unidades ejecutoras que crean cotos de gestión o reyezuelos con poderes facticos difíciles de hacer que actúen coordinadamente en favor de crear sinergias en las escuelas. Hay que proponer cambios suficientes para favorecer que los resultados se concreten. ¿Pero cómo hacer esto? La experiencia nos indica que se necesita del sistema de digital de soporte y comunicación que integre al “ejercito educativo y sus unidades de producción”.
Pero si revisamos lo que se ha concretado para mejorar la gestión institucional durante estos 25 años, veremos que el viceministerio de gestión institucional, que tiene a su cargo la dirección general de infraestructura educativa, la de becas y crédito educativo, la de calidad de la gestión escolar y la de gestión descentralizada, poco ha hecho. Incluso no ha sido capaz de concretar la transferencia en Lima, dado que operativamente aún tiene a su cargo todas las escuelas y UGEL de la dirección regional de educación de lima metropolitana, incluyendo al PRONABEC y PRONEID.
Ojo que no estoy descalificando los esfuerzos realizados por reducir tramites y procedimientos que las escuelas ejecutan, sino considerando lo que debe estar y mantenerse. Así por ejemplo una reducción en el número de comisiones al interior de las escuelas, pasando de 28 a 11 de las cuales solo 6 son permanentes y reducido la obligación de envío de 13 de ellos a las UGELES donde existe mayor conectividad para la transferencia de información hacia Lima, son malos “parches” de lo que debe ser la base de un sistema para gestionar la educación.
Además, desde el 2018 en que la dirección gestión descentralizada del viceministerio de gestión institucional, inició la implementación del sistema “RAPINFO” con 3 módulos para recoger información de materiales educativos, horas lectivas e infraestructura. Se ha mantenido las complicaciones para ingreso de la información desde las UGEL requiriendo la información de la IE por vía telefónica. El viceministerio de gestión institucional tiene que ser capaz de solucionar los problemas que tienen a su cargo, poniendo en ejecución una solución digital que mejore la eficacia de la gestión.
Postergar la tarea de la implementación de un sistema de información que ayude al director, viabilice el envío de información y supervise cumplimiento de una burocracia administrativa que incluya meritocracia, es traicionar el esfuerzo docente. Porque, así como hay meritocracia entre los docentes, se debe exigir meritocracia administrativa en los diversos niveles de la administración regional, local incluyendo al MINEDU por supuesto, y no me refiero a pasar un examen. La burocracia del MINEDU, las DREs y la UGEL no solo responde ante sus jefes, sino sobre todo ante el ciudadano organizado en sus escuelas a nivel nacional.
La experiencia ha demostrado que el logro de resultados en la gestión educativa es producto de decisiones de sentido común y de mantenerlas en el tiempo. No hay fórmulas mágicas o senderos que acerquen beneficios. Se preguntarán: ¿De dónde saldrá el dinero? la respuesta es simple del canon regional que no se ejecuta porque este sistema es para todos. Me despido recomendando leer a todos los padres el libro “Liderazgo Educativo en las Escuelas: Nueve Miradas” (2016) Weinstein – Editor, Universidad Diego Portales-Chile e indicando que para la segunda parte compartiré mis ideas en cuanto a infraestructura educativa.
#Perú #Educación #GobernanzaPública #Inversión en Gestión Educativa #Digitalización
[1] El desarrollo completo lo encuentran en el siguiente enlace publicado en el blog de mis pasiones:
https://projectd5.blogspot.com/2022/08/ejes-de-mejora-en-la-gestion-educativa.html