Analizar la situación que atraviesa el Perú, requiere la búsqueda de profesionales que hacen un seguimiento diario del quehacer nacional. Ubicamos a un Recoletano, Economista por la Universidad del Pacífico y experto en finanzas: Luis Zolla, quien nos comparte desde los Estados Unidos sus opiniones:
¿Cómo juzgarías el momento actual en el Perú, al margen de pandemias y fenómenos naturales, que está pasando con la economía? ¿Porque las nubes negras se apoderan de todo nuestro camino?
El crecimiento logrado en los últimos 30 años no ha llegado a satisfacer al peruano de diferentes estratos y localidades. Todos tienen grandes insatisfacciones y frustraciones producto del proceso. Muchos también reconocen la fuerza y conveniencia que significa el motor capitalista como impulsor del crecimiento, pero reconocen que no se dieron los ajustes oportunos para corregir los errores y complicaciones que se iban detectando. Ejemplos claros son evidentes hoy día en el sistema pensionario (ONP y AFP), disparidad de oportunidades, la dicotomía minería agro, sistema financiero por citar solo algunos.
En cuanto a que las nubes negras regresan y se apoderan del camino considero que es porque casi todos los políticos se han sumado a la danza del “hit & run”, ese “choque y fuga chacalonero” que es la práctica de una o varias acciones populistas, cualesquiera sean estás pero que les permitan golpear a la nación y obtener beneficio individual, sea político, económico o de visibilidad al inicio. Ello a costa de los intereses nacionales, crecimiento económico, estabilidad fiscal, uso saludable de recursos naturales, desarrollo de capital humano, etc; pero para salir corriendo al terminar como forma de no recibir las consecuencias de sus actos. Debo incluir, que muchos no miran cuando salen corriendo y se chocan entre ellos mismos; apareciendo la complejidad que se reclaman mutuamente entre ellos que “el corrupto conductor” es el otro y no ambos. Ojo esta conducta del “hit & run” no solo está en la política, sino también en los negocios, relaciones humanas (hombre-mujer, hombre-hombre) y hasta en la interacción entre iglesias, e incluso iglesia y sus fieles, aunque en menor grado.
Miremos entonces la ejecución del gasto presupuestal ¿Cómo generamos credibilidad en la transparencia de la ejecución del gasto presupuestal, por ejemplo en lo referido a los medios de comunicación, encuestadoras y consultorías? ¿La Ley Mulder se vuelve un clamor hoy con mayor razón?
Yo creo que es hora de usar la revolución tecnológica en nuestro beneficio, como forma de disminuir los costos de controlar una gestión presupuestal cada vez más amplia y dispersa. Así como la asignación de presupuesto por resultados significó un gran avance, porque implicó abrir la matriz de partidas de gasto y unidades ejecutoras para incluir actividades y poder obtener trazabilidad y medición. Hoy tenemos que usar la tecnología para controlar gasto incorporando software existente en el mercado que se utiliza para controlar pauta. A ver, me explico. La publicidad es “aire” (minutos o centímetros de columnas que son visualizadas o leídas) y por lo tanto hay que controlar una matriz inmensa que no está identificada.
Cuando es un bien, es sencillo, con una simple lectora de código de barras podríamos identificar: unidad ejecutora, genérica y específica de gasto, contrato, lote de entrega, precio y cantidad entregada del bien que se le entregó al peruano que participa de un programa social, pero no ocurre lo mismo con el “aire”.
El concepto es simple, es la utilización de software de auditoria de medios para controlar; pero se requiere que en los avisos impresos salga cintillo incluyendo código QR y el costo total del aviso en letra pequeña y el contrato al que se refiere; y en los avisos televisivos un cintillo también con el correspondiente código QR que indique el costo total de contrato y monto a pagar de tal manera que no exista pauta de rotativo a precio de “prime time” por ejemplo y finalmente que otros “publireportajes o publicherris” deben considerar el disclosure…que indique a que contrato corresponde el publirreportaje.
Ojo que no estoy hablando de cosas del futuro o ideas en proceso, sino de cosas reales que están disponibles en el mercado. Las empresas que invierten millones en publicidad para sus marcas, los utilizan para monitorear y controlar su gasto, lo mismo que los políticos del primer mundo en sus campañas, pero aquí no se habla del tema porque no se quiere proteger al contribuyente y hacer cuando menos, más eficaz el gasto en publicidad (hacerlo eficiente también es posible, pero algo más sofisticado). El concepto es viabilizar la trazabilidad del gasto desde la pantalla o medio donde se emite la publicidad y no desde la fuente de gasto y financiamiento donde se origina.
La ley Mulder tuvo el propósito de regular el gasto en publicidad y prohibirlo en algunos medios. Yo creo que el clamor está aún vigente en el ciudadano, pero relacionado a saber quién es quién, porque me dicen lo que están diciendo y quién lo financia. La propuesta de trazabilidad (como si fuera código de barras) permitirá: a) mejorar las posibilidades de supervisión de Contraloría, b) permite visualizar que lo que se paga en el medio “X” sea igual a lo del medio “Y”, c) que el contribuyente conozca a que se dedican y en qué monto se destinan sus impuestos y d) Saber quién recibe más y por cuánto. Además de saber quién es la unidad ejecutora que aprobó el gasto. Todo ello con el añadido que se conocerá la verdad muy rápidamente y estoy seguro que será una más efectiva solución para inhibir las conductas impropias, que prohibir o regular la publicidad.
El presupuesto general de la República crecerá poco más de 3% para el 2021 pero cada año se ejecuta menos del 65% y además podríamos sumar el costo de la corrupción, que alcanzaría al 10% adicional. En suma, casi el 50% se gasta, pero se hace mal. La burocracia supera el millón de empleados públicos de los cuales un 70% no está trabajando en oficinas. ¿Qué harías desde el MEF en esa terrible situación, mantener el statu quo?
Uff, que buena manera de plantear el nudo gordiano que enfrentamos. Está claro que el MEF sabe que no puede financiar gasto corriente (planillas) con endeudamiento y solo por la caída en la recaudación se puede ver obligado a ello proyectando endeudarse por todo concepto 16.9 puntos del PBI entre 2020-2021, eso equivale a unos US$ 39 mil millones de dólares. Eso nos lleva a un problema potencial en nuestro nivel de endeudamiento que lo dejo por el momento para más adelante. Reducir la burocracia en el corto plazo si bien le ayuda al MEF en su déficit fiscal del 2020 no es solución para la economía en su conjunto sino un mayor problema porque los trabajadores despedidos perderían seguridad social en plena pandemia y no hay vacuna en las calles sino hasta inicios del segundo semestre del próximo año.
Desde mi opinión los equipos logístico-administrativos del gobierno central en áreas estratégicas como salud, educación, interior incluyendo compras centralizadas, no se han podido afiatar para trabajar eficientemente de manera remota, por ello la pobre e ineficiente ejecución de gasto. Pero no se necesita que el millón de empleados públicos salte a la misma vez, solo se requiere una masa crítica de profesionales en cada área estratégica liderada desde el MEF, no solo desde sus jefes de pliego.
En pandemia no deben haber “jefes de pliego” desarticulados porque las prioridades son múltiples a nivel nacional y porque si bien hay presupuesto no hay caja. Estas dos condiciones se dan por dos principios en la gestión presupuestal el de “especialidad cualitativa” y el “devengado pagado” que dicen que los créditos presupuestales se destinan exclusivamente para la finalidad para la que fueron autorizados y que la ejecución de los créditos presupuestarios se registra cuando se paga y ello se hace de acuerdo a la disponibilidad de caja y todo ello hay que ajustarlo al dia a dia de lo que ocurre en todo el país.
En resumen, mientras dure la pandemia mi accionar directo sería reforzar el equipo del MEF en particular en la dirección general de presupuesto público, en las oficinas de ciertas entidades públicas y en las áreas logístico-administrativas de estas, incluyendo a las principales regiones y distritos. Todo ello desde el MEF con el objetivo no de monitorear el gasto. Mi objetivo es concretar el gasto que hoy es indispensable y necesario en las calles. ¿Eso es más gasto?, sí claro que es más gasto, pero proactivo y productivo para llegar oportunamente y pensando también que abran bajas en medio del incendio infernal que vivimos hace meses. Ese es el equipo que pondría en el MEF si estoy dispuesto a morir en mi ley, pero parece que los que están allí no siguen el ejemplo de Grau en medio de una guerra.
El 2021 debemos tener elecciones, con o sin pandemia, con o sin sueños dictatoriales desde Palacio o la prensa al servicio del poder actual. ¿Te animarías a ser candidato al Congreso de la República por los peruanos en el exterior?
Jajajaja. Ricardo, gracias por considerar que puedo ser una alternativa; pero no, no me veras candidateando porque estoy en medio de un proyecto personal que es mi familia y mi partido y no traiciono a los míos. Con ello tengo más que suficiente entre manos hasta el fin de mis días. Además, que ya no estoy en edad de hacerlo. El Perú requiere gente con energía para recorrerlo y enamorarse, mutua y apasionadamente de él. Yo ya lo hice, y me enamoré tanto que aún me queda ese amor para responder en estas líneas. Hoy estoy también hurgando la historia de mi familia, compartiendo con mis padres y recogiendo sus recuerdos respecto de lo que hicieron las generaciones que nos antecedieron. Lo que sí estoy seguro que siempre me verás en las redes “escuchando” al compañero, hablando con el pueblo, incluso espero contarles la historia de mis abuelos, pero siempre defendiendo la lucha del más débil con las armas de hoy, como es la propuesta de trazabilidad en el gasto de publicidad.