Los países que no aprecian sus fuentes de progreso y desarrollo, se encuentran en medio de constantes conflictos y enfrentamientos políticos que sólo producen retrocesos y estancamientos. Resulta increíble por ello, que territorios donde es casi eterno el compromiso de la tierra con sus gentes -agricultura, minería, bosques, ríos, lagos y montañas, valles y un mar amplio y fecundo-, ardan entre apasionamientos y suicidios colectivos. No existe otra definición, es un suicidio masivo lo que leemos, vemos y escuchamos a diario, contra un país tan extraordinario, grande y fabuloso como es el Perú.
No tenemos que “analizar y comprender” lo que ocurre, porque no se trata de una enfermedad que requiera tratamiento, sino que es el resultado de constantes imposiciones ideológicas que siembran odios y resentimientos para encasillar poblaciones en discursos llenos de las mismas palabras, del mismo lenguaje, de la misma pesadilla que convertida en “nueva realidad”, destruye, aniquila y somete nuestras libertades.
Es un tema de Libertad enfrentarse a lo que impide una mejor Democracia, es un tema de Libertad ponerle fin a la violencia y la agresión diaria que desde el gobierno se impulsa contra el que trabaja, contra el que ama a su Patria y quiere a su Familia. Es un tema de Libertad impedir que la desgracia sea una obligación que se deba asumir.
Es inentendible que se insulte el legado de la minería y de la agricultura que siendo unidas, ancestrales y símbolos de la historia y el talento de los peruanos, ahora se coloquen como algo negativo y separadas. ¿Qué hubiera sido del Perú sin la minería y sin la agricultura? ¿No se dan cuenta que ambas riquezas van de la mano, siendo complementarias?
Darle valor al trabajo, es reconocer que la enorme inversión en minería y en agricultura se hacen para darle sostenibilidad a una nación en su conjunto. Darle valor al trabajo es ver, sentir, reconocer que cada trabajador del campo y de las entrañas de la tierra se convierten en los brazos de un mismo cuerpo que levanta la carga de la esperanza.
Hoy que el Perú se enfrenta al dilema de seguir siendo “tontamente demócratas” o valientemente libertarios, es que debemos, es que tenemos que responder por el país, ante tantas afrentas y obstáculos que no pueden seguir maltratando nuestros logros.
El ámbito minero es la potencia del Perú, es la energía que nos enciende para avanzar. Seamos intolerantes con los que quieren anular a la minería y extinguir nuestros campos de cultivo y progreso.