La comisión de economía del Congreso de la República ha emitido un anuncio que carece de veracidad y constituye una abierta exclusión a los ciudadanos afiliados a las AFP al decir que ha convocado “a todas las partes” con la finalidad de evaluar y analizar los proyectos de Ley que proponen un retiro parcial y/o total de los ahorros previsionales, si es que el afiliado lo decide de esa forma.
Textualmente la congresista Silvia Monteza de Acción Popular escribe en twitter:
“¿Qué implica el retiro de fondos del sistema de pensiones? Hemos invitado a todas las partes para que puedan analizar y opinar sobre las distintas propuestas legislativas”
La palabra “todas las partes” resulta que es; la Superintendenta -no presidenta, ese cargo no existe- de Banca, Seguros y AFP, el Ministro de Economía, la presidenta de la Asociación de AFP (las empresas) y el presidente del Banco Central de Reserva.
Ellos son o pueden ser tal vez, cuatro personas afiliadas a una AFP, pero no son ni representan a los cerca de siete millones de afiliados que desde distintas ópticas, desde distintas necesidades, no están siendo informados sobre el significado del retiro parcial o total, “para ellos”, como ciudadanos dueños del dinero.
¿Les va a perjudicar, los va a hundir en sus pensiones, los hará más pobres? Cada caso es diferente, aunque por regla general si tu Fondo decrece o lo extingues, la pensión de jubilación se reduce o no accedes a ninguna jubilación (al no tener ya un ahorro previsional). Eso por concepto, no tiene nada que ver con la realidad de cada persona.
Aquí hay varios temas y varios escenarios, pero la comisión de economía del Congreso y los sabios lobistas de grupos de interés sólo confunden la realidad, porque en condiciones normales, con una rentabilidad anual de más del 10% y con empleos formales en tu historia laboral (continuidad de aportes, secuencia de aportes, frecuencia de aportes), nadie querría sacar un sol de sus Fondos, que han sido contractualmente entregados para que sean administrados por las AFP con la finalidad de generarles –a los trabajadores dueños del ahorro individual- una rentabilidad creciente en el tiempo, con lo cual, crecimiento del ahorro mensual, más crecimiento de la rentabilidad mensual y anual, da como resultado un mayor Fondo para la jubilación. A mayor Fondo, mayor pensión evidentemente. Y a menor Fondo, menores pensiones de jubilación. Recuerden, en condiciones normales también quiere decir, con estabilidad política y económica en el país.
Esa realidad global, anterior a la pandemia, no se puede equiparar ahora, en etapa de menor pandemia pero con los efectos de la gravísima situación en la que estuvimos en meses pasados, sería irracional, como muchas de las insensateces del Congreso.
¿Qué hace que un afiliado a las AFP quiera sacar parte o todo el dinero de su Fondo? Principalmente dos escenarios, repetimos, “principalmente” dos escenarios:
- Su Fondo no le alcanzará para una pensión que por lo menos sea equivalente al sueldo mínimo (siendo sus necesidades financieras aún mayores), por lo tanto, resulta importante que pueda usar ese dinero en un emprendimiento personal o en una inversión sostenible en el tiempo, que le genere ingresos o en el pago de deudas de la familia (estudios de los hijos, por ejemplo).
- No aporta hace varios años y está envejeciendo, ¿Para qué dejar el dinero allí? Eso piensan algunos y tienen sus razones.
Frente a estas realidades, las autoridades del gobierno, los lobistas ex ministros y los opinólogos de alquiler generan un cuadro dramático al país: “mayor crisis”, “no habrá dinero para financiar empresas”, “aumentarán las tasas de interés”, “se descapitalizaran las empresas”… todo eso, es mentira.
Sino recuerdan, se han retirado más de 50 mil millones de soles de los Fondos de las AFP y el país siguió creciendo, ¿O no? (estamos usando las mismas palabras de los que hablan en los medios cuando les convienen algunas decisiones a los grupos de presión o de interés que defienden asolapadamente).
Vayamos a hechos puntuales.
Primero, las AFP son empresas de gestión exitosas, eso es innegable y deberíamos tener más modelos AFP en distintos sectores de la economía.
Segundo, las AFP no tienen denuncias de malversación de fondos, robos de dineros o maniobras fuera de la ley. Eso es otro hecho cierto.
Tercero, las AFP se han dormido en el tiempo (no todas, pero casi todas sí) y no han alfabetizado y educado en temas previsionales a los trabajadores y sus familias.
Cuarto, el concepto, la palabra AFP es una garantía de crecimiento del ahorro, de seguridad que el dinero está allí y que conforme se han dado varias normas, se saca dinero y no papeles en blanco.
En verdad, las AFP son bien tacañas porque han perdido oportunidades de ganar muchísimo más ellos y los afiliados. No alfabetizan, no educan, dan señales de rechazo por desinformación, tienen planas gerenciales –en casi todas las AFP-, que pueden ser de manejo prudente y honesto en su gestión interna, pero de cara a los dueños del dinero, son un fracaso total porque los han abandonado y los menosprecian. Eso es terrible.
Una perla final: contratar como “voceros o asesores de cara al público” a ex ministros de gobiernos acusados de gravísimos actos de corrupción, es lo peor que ha hecho el gremio de las AFP.
¿Una solución ideal? Si las AFP son –como opinamos- exitosas, que hagan campaña para que los afiliados vuelvan a ahorrar, vuelvan a creer, reconstruyan sus esperanzas y no saquen sus dineros. Si tienes mucho que ofrecer ¡Hazlo! De lo contrario, no limites el derecho ajeno, por interés propio.
Este es un tema de libertades, no de imposiciones sobre el derecho de cada trabajador afiliado a una AFP, que quiere, debe y puede decidir sobre su propiedad privada, sobre su ahorro individual.
Epílogo: que el Congreso impulse y genere ideas y propuestas legislativas para que los ciudadanos no gasten sus ahorros en sobrevivir, por culpa de gobiernos corruptos y congresos incompetentes. La ineptitud de los que gobiernan, no puede ser reemplazada por el suicidio financiero de los trabajadores.