Mientras más victimización y odio existan, mayor será la polarización y la masa pobre y las minorías son terreno fértil para el socialismo.
El desencanto que siente la gran mayoría de la población en Guatemala, en todo el continente, es creciente. Bien alimentado por los medios y los políticos de izquierda que fomentan el odio y tachando el mercantilismo en que vivimos de capitalismo para de entrada aniquilar la idea del libre mercado entre la población. Mientras más victimización y odio existan, mayor será la polarización y la masa pobre y las minorías son terreno fértil para el socialismo.
Hay gente pudiente que odia el capitalismo porque creen que se maltrata a los empleados, es abusar del sistema, robarle al país, corrupción y avaricia. Muy pudientes y exitosos podrán ser, pero no entienden nada de lo que dicen. Tienen los conceptos totalmente tergiversados y retorcidos y por eso odian lo que no conocen y aceptan lo que tampoco conocen. Se auto proclaman socialistas por tener conciencia social y ser buenos patronos.
Hay que educarse. Entiendo que se corrompa el sentir de un pueblo ignorante, pero de gente que se cree educada, es injustificable.
Si un pueblo tiene mayoría de gente que entiende que “lo mío es mío, y lo suyo es suyo”, tiene mentalidad capitalista. Si sabe que antes de comprar cotiza en varios lugares para comprar dónde le ofrecen mejor precio, mejor servicio, mejor calidad, es capitalista. Si es gente de fe, que no le gusta que le digan cómo llevar su vida, que leer, que ver, que creer, que comer, dónde curarse, dónde trabajar, si puede o no emprender una actividad productiva, y quiere ser libre de elegir todo lo que le importa, es capitalista. Si su libertad vale algo para usted, usted es capitalista.
Guatemala es en su mayoría, así. La gente que baja a cortar café del altiplano porque no tiene oportunidades en su zona, no bajan obligados, sino por necesidad. Si tuvieran oportunidades, quizás preferirían quedarse en su región, y para atraerlos a cortar café habría que hacerles mejores ofertas de trabajo.
La gente que emigra hacia USA está en la misma situación. Sin seguridad y sin empleo, emigran. Lo que los políticos mercantilistas no parecen entender y los socialistas no quieren que exista justicia objetiva y apolítica que de certeza jurídica, única garantía de seguridad. Sin seguridad, se dificulta la inversión y sin inversión no hay empleo. Recuerde que ser empresario no significa ser rico. Significa emprender una actividad productiva en la que usted incurre en riesgos porque no sabe si va ha vender su bien o su servicio como usted sueña hacerlo.
La mentalidad socialista es totalmente opuesta. Quiere todo gratis, odia al que tiene y quiere lo que el otro tiene, pero lo quiere sin tener que trabajar para obtenerlo. Cree merecerlo por sentirse minoría, o en desventaja socialmente. No es una persona que tenga ni siquiera la autoestima alta, como para permitirse soñar y crecer. No ve que en su propio pueblo hay gente con mentalidad capitalista que sale adelante y son “los caciques” del pueblo.
Los socialistas ven en papá gobierno a quien debe resolverles todo: Dónde trabajar, o mejor aún, de donde recibir dinero sin trabajar. Quién debe darles educación (mejor si pasan en huelga para no ir a la escuela), salud gratis, vivienda, alimento y vestido, y deben dirigirles la existencia mientras ellos como borregos obedecen y acatan con tal de recibir. Eso sí, ni se preguntan si el dinero para todo eso crece en los árboles o de dónde lo saca el Estado. Los jóvenes son idealistas y la retórica socialista es música para sus incautos oídos.
Guatemala está rodeada de regímenes socialistas, afiliados al Foro de Sao Paulo, que buscan imponer el socialismo en sus respectivos países. Y para mientras, están los carteles de la droga financiando a la izquierda y a los mercantilistas como vemos en Honduras, en Venezuela y en muchos otros países.
El socialismo es una herramienta fuerte usada por el narco para prevalecer. En Guatemala, financian a Thelma Cabrera y sus organizaciones como Codeca, como han financiado a muchos otros partidos de todo el espectro, así que aquí ganará quien ellos decidan que les conviene. Se rumora que Portillo y Roberto Arzú se unieron. Villacorta, Thelma Cabrera y Mulet se rumora también que están en charlas.
Si la unión hace la fuerza, ¿qué le pasa a los anticomunistas, o antisocialistas, que son los mismos, que no se unen?
Usted piense si votará por la opción que le de todo gratis a costa de su libertad beneficiando a algun cartel, por el mercantilista que le de mas de lo mismo y beneficie a otro cartel, o por el que le permita seguir viviendo libremente para seguir siendo usted el arquitecto de su propio destino. La elección es suya.
Fotografía referencial