Entre los 18 y 65 años de edad, los trabajadores hacen aportes a un sistema de pensiones, en la ONP o en una de las cuatro AFP con la esperanza de algún día, tener una jubilación digna.
Es decir, los trabajadores le pagan a una de las cuatro AFP o a la ONP cada mes que laboran, alrededor del 13 por ciento de sus remuneraciones. Ese pago se hace por intermedio de los empleadores, quienes trasladan nuestro dinero a una AFP o a la ONP.
El problema es que muchísimos trabajadores estamos siendo estafados, asaltados y engañados, porque nuestro dinero nunca termina donde debería estar. Ahora les explico.
Si usted trabaja por ejemplo en una municipalidad, gobierno regional, empresa especializada o contrata laboral –esas tercerizadoras o services tan criticadas- es muy probable que el dinero que le descuentan, no sea trasladado a su AFP o a la ONP, sino que en su trabajo lo usen para otros fines, sin que usted lo sepa, sin su permiso, le roban su dinero, sus propios empleadores.
Apropiarse de un dinero que no le pertenece a la municipalidad, ni al Alcalde ni a los vecinos porque es del trabajador que aporta a su sistema de pensiones, se llama robo, apropiación ilícita. Pero eso, parece que el Estado o el gobierno central con sus ministerios y miles de funcionarios no lo saben o en su defecto, protegen el delito, porque de lo contrario hace muchos años que ya hubieran actuado en defensa de los trabajadores, pero no lo han hecho. Al contrario, les dan facilidades a esos malos empleadores para pagar lo que no depositaron, cuando se trata de un delito.
En el Instituto del Ahorro hemos calculado que más que 20,000 millones de soles se les ha robado, en dinero a cifras actualizadas, a los afiliados a la ONP y a las AFP.
La Asociación de AFP (AAFP) informó en octubre del 2020 que 2,520 entidades del Estado, entre Gobierno Nacional, municipalidades y regiones, retuvieron S/12 mil 912 millones, que no depositaron en las cuentas individuales de 447 mil 974 afiliados, poniendo en riesgo sus pensiones.
El tema derivado de esto es por un lado lo que la justicia ha dejado de hacer y por otro lado, la cobranza y los procesos penales que corresponde efectuarse. Lamentablemente, ni justicia, ni cobranza, ni procesos penales se han visto como respuestas.
El gobierno sigue ausente en sus responsabilidades, el Estado es el principal responsable y deudor con los sistemas de pensiones, el congreso produce leyes populistas que están destruyendo el ahorro individual para la jubilación y no arregla ese desastre financiero llamado ONP.
Un país sin pensiones es como un auto sin llantas, no avanza ni a empujones. Y si no tenemos infraestructura para la longevidad, es como no tener caminos por donde transitar, con un auto sin llantas.
Fotografía, infografía Diario Correo