Temas previsionales ¿Qué es eso?… alfabetización y educación previsional, orientación y asesoramiento para tomar decisiones en pensiones y jubilación, vivir y trabajar en medio de la pandemia… todo eso es complicado cuando las autoridades no explican con frecuencia la trascendencia de las pensiones y la jubilación (que es una de las pensiones y no necesariamente la más importante).
Hoy es urgente hablar de pensiones, porque el Perú, como muchos otros países de América Latina, carece además, de infraestructura para la Longevidad y entonces vemos que dentro de unos años, aproximadamente cuatro millones de hombres y mujeres estarán sobrepasando los 60 años de edad, no tendrán empleo formal, carecerán de ingresos estables en el tiempo y se encontrarán con la dura realidad de no alcanzar una jubilación “digna” para sobrevivir, ya no decimos “vivir”.
¿Adónde irán esos millones de ciudadanos para ser atendidos en la salud, en el uso del tiempo libre, en mejoras educativas o para seguir desarrollando sus habilidades?
Los gobiernos y los parlamentos de los últimos años se han esmerado en que este drama crezca, por acción o por omisión, pero de la mano han estado los organismos reguladores y supervisores, las entidades públicas y los propios actores de los sistemas de pensiones, compartiendo la grave responsabilidad de ver estadísticas y presupuestos, ganancias, pérdidas y rentabilidad, pero jamás anteponiendo su deber para con los cotizantes de esos sistemas de previsión social que hoy, solamente pueden ver a 1 de cada 10 alcanzar las metas de una jubilación.
Organismos internacionales como el BID, la OECD, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, han trabajado constantemente para dar facilidades, encuentros, entendimientos entre lo privado y lo público o entre lo público y sus gestores desde el gobierno pero lamentablemente, además de brillantes charlas, extraordinarios foros y discusiones académicas, nada o muy poco se ha logrado, porque el liderazgo ha estado ausente.
Y entonces vemos que hoy, con el tema de la pandemia encima, con la realidad económica agobiante para millones de aportantes a sistemas tan exitosos como el de las administradoras de fondos privados de pensiones, los trabajadores giran la mirada hacia donde encuentren dinero para subsistir y ese dinero, está en el ahorro previsional. Y entonces también, los políticos populistas aprovechan y cambian el discurso para afirmar que ese dinero es la tabla de supervivencia, cuando en realidad se trata de una auténtica tabla de mortalidad al desaparecer el ahorro previsional.
Pero también hay un “y entonces” adicional: ¿Por qué se ha llegado a este extremo de poner el ahorro previsional y los fondos de pensiones -privados y públicos, aunque suene un poco extraño- en manos de los políticos, para que decidan la vida futura de los que tendrían que gozar de su jubilación? ¿Por qué se incentiva eso de “unir sistemas contrapuestos” como el ahorro privado y el aporte estatal en una misma mezcladora de éxito y quiebra?
La respuesta es muy sencilla: Como muy pocos o casi nadie explican estos temas de las pensiones y jubilaciones, cómo funcionan, cómo deben funcionar y permanecer en el tiempo, los responsables sólo han atinado a estudiar modelos “innovadores a futuro” que no pueden corroborarse en evidencias, en garantías de su funcionamiento y así veremos pronto en el Perú que el sistema nacional y el sistema privado de pensiones van a fusionarse -lo dijimos hace tres años y no nos creían-, y que se impondrá una supuesta pensión universal equivalente a US 50-70 dólares al mes y que si alguien desea tener un complemento, podría aportar a una entidad privada y esos ahorros (aportes base, ahorro complementario) estarían ¡Cómo no! supervisados por el gobierno bajo una administradora pública tan ineficiente, como lo era el sistema nacional de pensiones: de vuelta al principio de toda la crisis previsional.
La pregunta se repite ¿Pero porqué ocurre eso? Sencillamente porque no existe alfabetización ni educación previsional en forma secuencial, frecuente, intensa, siendo que lo previsional es el aire que respira el trabajador luego de su vida laboral, y se está quedando sin aire, sin vida y sin trabajo.
La educación previsional comienza y termina en los trabajadores cotizantes, no en las autoridades “cobrantes”. La alfabetización y educación previsional es una urgencia, tanto como la generación de infraestructura para la Longevidad en mundo donde vivimos más, por más tiempo, nos mantenemos viejos y carecemos de ingresos y soporte para sobrevivir.
Desde el Instituto del Ahorro, seguimos en nuestra tarea y nos reconforta que más empresas privadas se unan en el mismo esfuerzo, para ayudar a los trabajadores y sus familias, porque trabajamos para hacer popular, lo que es bueno para el Perú y los peruanos: ahorro previsional.