No sabía que los políticos ocultaban datos evidentes para mostrarse “a favor” o “en contra” del gobierno, del congreso, de una región, de un gremio o lo que se les ocurre cuando les falta dinero y buscan como sea conseguirlo, para ellos claro está, de una forma u otra, directa o indirectamente, por mano propia o con sus allegados, primos, sobrinos, amantes, choferes, asistentes, asesores, compadres, ya tú ve.
Los políticos y la evidencias no se quieren, se contradicen. Por eso, nosotros trabajamos con datos y con evidencias que son la radiografía completa de la realidad. Y de esos datos, sacamos conclusiones que van a demostrar el sentido de lo que ocurre, como por ejemplo, con el mundo del trabajo, con ese mercado laboral que nadie quiere tocar, ver, impulsar, mejorar, atacar para que no sea símbolo de explotación.
A los políticos les da un no se qué, pero hay que decirlo: narcotráfico, tala y minería ilegal, contrabando, más de la mitad del transporte de pasajeros y construcción de viviendas, es informalidad. Y como esos mundos dentro del universo de la peruanidad, hay más, muchas más fuentes de trabajo de todo tipo, que para las cifras de la OECD, el Banco Mundial, CEPAL, la ONU, la OEA, la OIT y mil instituciones más, son soporte de algo, no sabemos bien de qué, pero es de algo importante seguramente, por los millones que nos cobran con sus elegantes oficinas y decenas de miles de burócartas muy bien remunerados, que escriben lo que otros estudian y analizan, para imponernos agendas de diversa índole. Es así, lo sabemos y aceptamos.
Lo real en definitiva es que las maquilladas cifran no pueden mentir más: en el Perú, el 94,9% de la población ocupada en el área rural y el 67,2% en el área urbana, son informales, no están en planilla de pagos de remuneraciones, no aportan en este momento a un sistema de pensiones, ni a la seguridad social en salud, no pagan impuesto a la renta y carecen de seguro Vida Ley. Están en la informalidad, pero los gobiernos y los organismos internacionales dicen que la tasa de desempleo está en alrededor del 6% nada más.
Claro, cifras, números y aplausos, pero el PBI va para cero, la inflación supera lo estimado, el deficit fiscal sigue arañando estómagos, la recesión se extiende más y más, estamos retrocediendo y el empleo formal, que es lo que nos debería tener preocupados para ampliarlo, ni lo mencionamos, porque retrocede.
Seguimos inflando la inestabilidad, un barco sin piso. ¿No se dan cuenta señores gobernantes?
Si no fuera por la informalidad en todos sus aspectos y defectos, por ahora, ya hubiéramos estallado. Entonces, ¿porqupe no reconvertr la informalidad en un motor de despegue de la economía general?