Crisis absoluta, terrible estado de incompetencia, división y odios entre mujeres, lo feminista imponiéndose a golpes de maldad sobre lo femenino, gritos de dictadura de lo que no es mujer y no hombre, por encima de lo masculino y femenino, alteración de definiciones científicas y puesta en marcha del neolenguaje de la anarquía. En ese complicado mundo, vivimos las mujeres, las que tenemos derecho y valentía de decir que lo somos: Mujeres.
El sexo débil ha sido debilitado más. Ahora hasta en el deporte no cabemos las mujeres, sino unos monstruos u hombres deformados que se dicen ser mujeres, que absolutamente diferentes a nosotras (son hombres en toda la extensión prostática de la palabra), nos eliminan en competencias inclusivas olímpicas. Un tipo de dos metros, vitaminizado, hormonizado, destroza a una joven mujer atleta o boxeadora, ciclista o futbolista (pero al invento de ser humano le dicen atlete, boxeadore, cicliste y futbolista, vaya imbecilidad).
Solo existen dos sexos y evidentemente, se dan casos de inclinación, deseo, identificación, postura, defínanlo como mejor les guste: lesbianismo, homosexualismo, operados que se sienten de una forma como si fueran mujeres, en fin, ese es otro tema de entendimiento, no de castigo (mucho cuidado con pretender ese extremo, que no lo afirme ni respaldo).
Solo una Mujer puede ser Madre, eso es innegable. El hombre, así se le maquille o cambie su voz, adquiera silueta femenina y rostro de belleza de mujer, es hombre, nació hombre. Las mujeres somos diferentes físicamente, anatómicamente. Nuestra corporalidad es complementaria a la del hombre para poder reproducirnos y no extinguirnos, pero si se lo dices a las locas que defecan en las calles “como señal de protesta contra el machismo” (y esas dementes dicen que no son mujeres y le pegan, maltratan y hasta asesinan a sus parejas mujeres o del mismo tono de identidad, locura evidente), te atacan y te muestran sus iras y odios.
Un transformado por métodos médicos no es una mujer, no amamantará, no tendrá útero ni vagina, así le fabriquen un molde empastado.
Nos encontramos en tiempos contrarios a nuestros orígenes, donde se auto inventan sexos o identidades (un hombre de 45 años dice ser un bebé de siete meses y quiere estar en una guardería, una mujer se siente culebra o manatí y se resiste al control de identidad, un hombre operado al que le ponen senos y le extirpan el pene, se siente lesbiano y se enamora de una mujer que solo acepta relaciones con mujeres que no se sienten mujeres), el desenfreno, las drogas, las guerras, los odios, los complejos, han alimentado este descalabro de la humanidad y si lo mencionas, te disparan agresivamente insultos y ofensas por decir la verdad.
Hemos permitido que se debilite a la Mujer, en hechos, palabras y definiciones, menospreciando su rol y extraordinaria razón de existencia, pero hay esperanzas, existen motivos de recapacitar y volver a la esencia, al origen, ya verán.
Te recomiendo:
https://psicologiaymente.com/psicologia/grandes-diferencias-entre-hombre-y-mujer