A los que no somos de las izquierdas del odio, nos endilgan, nos dicen por ejemplo “fachos”, “locos”, “conservas”, “millonarios”, “empresarios”… pero nadie jamás, nunca nos han dicho lo que a ellos se les dice y prueba: ladrones, mentirosos, cobardes, traidores, sinverguenzas, terroristas, comunistas… gran diferencia, gran distancia, perenne alejamiento.
Los inmorales y degradantes han sucumbido luego de decirse “revolucionarios y proletarios” durante decenas de años. Ya no son pueblo en marcha, ni obreros y campesinos en la lucha de clases, ya no son la pequeña burguesía que reclama y exige la dirigencia con el puño alto, no son intelectuales de la clase trabajadora, no leen a Marx, a Lenin o a Engels -ni siquiera saben quiénes son sus progenitores-, tampoco aprenden de Mao, Pol Pot o Kim Il Sung.
Los neo comunistas, que ahora son los avergonzados de esa palabra “comunista” y del seudónimo “socialista”, huyen de sus orígenes ideológicos y violentos y se hacen nombrar como “progresistas”, “ambientalistas”, “frenteamplistas” y varios otros sobrenombres, apodos y alias… siempre hay un alias delincuencial para ellos y ellas.
Por eso discrepo educadamente de varios amigos admirados que dicen estar en una batalla cultural y me pregunto y les hago llegar la pregunta de rigor: ¿batalla contra la mierda? No señores, estamos en guerra por la descontaminación ideológica y dogmática de la sucia, asquerosa y denigrante palabra que se usa hoy como “política” y no es más que un sinónimo de algún delito perverso.
Seamos claros: Todas las categorías de la inmoralidad, la decadencia y la delincuencia, se resumen en una sola palabra: izquierda.
Y además, ¿Cuál fue o es el peor tipo de gobierno? Uno de izquierda y si son dos o tres, peor aún, terrible desenlace, pobreza aumentada, delincuencia desbordada, crisis segura…¿Y los peores congresistas, sabes de dónde proceden? De las izquierdas siempre…¿Y la peor prensa? De una izquierda cobarde con muchas máscaras y varias caretas.
Un país así, contaminado de izquierdas del odio, es necesario reajustarlo, recomponerlo, pero con fuerza, sin miedo. ¿Tu te atreves?