Sigue transcurriendo el tiempo y la Iglesia Católica peruana continúa sin sus principales Pastores, el Cardenal de Lima (que destacaba en la persona de Juan Luis Cipriani) y el Cardenal de Huancayo (que era personificado en Pedro Barreto). Ambos Cardenales renunciaron conforme lo estipula el proceso de la Iglesia y ambos recibieron la aceptación del Santo Padre Francisco, pero pasados los años, seguimos sin sus reemplazos y tenemos en el arzobispo de Lima, Carlos Castillo (de 74 años de edad y al límite de su carrera) una voz confrontacional, de poca acogida y nula trascendencia lamentablemente.
En cambio en Huancayo, Monseñor Luis Alberto Huamán Camayo (de 54 años de edad y con mucho espacio por delante) ha sabido darle a su labor pastoral un interesante encuentro con los jóvenes y las organizaciones católicas que le reconocen un marcado liderazgo y pujante presencia.
¿Podrán ser Castillo y Huamán los nuevos Cardenales que el Perú necesita? En nuestra opinión y luego de una serie de consultas y entrevistas que hemos ido efectuando estos meses, no sería prudente porque no llegan a la altura de sus predecesores en la misión arzobispal y más bien, a modo de refuerzo y amplitud eclesiástica, circula el rumor cada vez más fuerte que el Papa Francisco solo estaría convocando a Monseñor Huamán Camayo, a Monseñor Juan José Salaverry Villarreal, y a Monseñor Miguel Ángel Cadenas Cardo, todos ellos bastante jóvenes en comparación a sus antecesores, lo que sienta un precedente de siembra y cosecha con estabilidad para los siguientes lustros.
Sea cual fuere la decisión, es un tema de urgencia porque la Iglesia no puede estar sin sus Cardenales y aún más, sabemos que el Papa Francisco está animado a que el Perú tenga un tercer Cardenal con sede en Iquitos, lo que marcaría un apoyo espectacular al esfuerzo inagotable de los católicos en la Amazonía, una región que requiere mayor dedicación y ánimo constante.
En Iquitos, Monseñor Miguel Ángel Cadenas Cardo, un español peruanizado en el alma y la vida, goza de un prestigio y liderazgo de gran acogida entre los católicos y la sociedad en general, por su sencillez, tenacidad y sensatez.
La Iglesia en el Perú puede renovar con estos tres Sacerdotes, la unidad que siempre distinguirla. Tres Cardenales en Perú, uno en Lima, uno en Huancayo y uno en Iquitos marcarían una singular esperanza en la Costa, los Andes y la Amazonía. Te lo pedimos Señor.