Massa mintió y a raudales, negó a millones de inmigrantes que llegaron de todo el mundo, pero Milei no lo dice, no le menciona y los analistas políticos y los periodistas políticos argentinos, tan limitados ellos, tan ignorantes desde hace tiempo por hacer de la militancia y el activismo el reemplazo de su profesión, se callaron en los comentarios de un debate indulgente desde Milei, ese fue el sentido de las palabras y gestos que no ven “los profesionales del error y la trampa”, como lo señala nuestro Director, Ricardo Escudero cuando dice que “nunca hay que creerle a los que opinan desde un canal de TV, de una radio o una columna periodística en un medio alquilado al gobierno y te dicen cosas tontras como si fueran la verdad y tú sabes que no es la verdad, sino un intento de manipulación de la verdad”.
Milei habló dando imagen de ciudadano de la calle, que se enfrenta a un vivazo de la política tradicional que marca la cancha, que micciona en el poste de su territorio, como diciendo que el miedo está fuera de su pestilencia y no es así. Esta es la semana clave, todo hecho puntual puede dar vuelta a todo, cuidado.
Es importante hablar de lo que es necesario hablar, así parezca un riesgo, pero, ¿Decir la verdad es malo?
Esta semana NO es de propuestas “finales”, es de reafirmaciones permanentes. Y el que haga fuertes sus reafirmaciones, será el ganador; es decir, Argentina puede ganar con Milei, tanto como puede perder con Massa. La decisión NO está en las redes sociales, sino en la calle. El que hable y el que logre ser replicado en las calles, ese será el ganador y esperanos que sea Argentina quien gane, que gane en las calles, en los corazones, en el alma y en la verdad.