Otro integrante de nuestra fauna lambayecana, es El venado Gris, un mamífero muy tímido y grande, el color de su cuerpo varía de gris a rojo. Los machos tienen cuernos grandes ramificados, lo que les impide movilizarse con facilidad en lugares con vegetación densa. A diferencia de su pariente el venado colorado, este es de mayor tamaño, con el lomo recto y no agacha la cabeza al caminar. Su cola blanca tiene pelos largos que se abren como abanico ante el peligro.
Tiene unas marcadas características como el color gris amarronado en la cabeza y el cuerpo, además posee un color marrón oscuro en la parte media de la espalda y más pálido hacia los costados, e incluso su vientre puede ser blanco o de un gris sumamente tenue. Es un rumiante que puede llegar a medir hasta 1,2m de largo y pesar hasta 50 Kg.
Sus patas son oscuras, al igual que la parte alta de su lomo, en tanto que la zona anterior de su cuello es blanquecina. Tiene la frente con penachos de pelo oscuro, sus orejas son escasamente peludas, pero presentan en el borde de la parte interna de la base un pequeño penacho de pelos blancos. Sus ojos son grandes. Las hembras pesan 30 kg y no presentan astas o cuernos, los jóvenes son de color rojo, con manchas blancas circulares y el vientre blanco.
Emite ronquidos y, cuando se siente amenazado, patea con las patas delanteras levantadas, aunque también puede patear con las patas traseras, lo que es usual en los ciervos en general.
Antecedentes históricos:
En la Cultura Chimú, se representó al venado cola blanca, en escenas de cacería, tanto en la cerámica como en la textilería. Este grácil venado fue cazado desde tiempos prehispánicos para aprovechar su carne como cecina y su piel para curtiembre, por ello fue graficado en pinturas rupestres.
Por los estudios de paleo-etnozoología, ciencia que estudian los huesos de los animales, se puede decir que el antiguo peruano fue un gran consumidor de carne fresca de camélidos, cuyes y venados. La carne de venado también se usó para la preparación del charqui o carne deshidratada, que era almacenada en colcas y consumida en fiestas y ceremonias religiosas por todas las culturas del antiguo Perú. Los Chimús le llamaban lluychu.
Cuenta La leyenda…
Que había dos hermanos uno rico y el otro pobre. El rico era avaro y malo con su hermano, lo menospreciaba. Un día el rico hizo una fiesta en honor a su hijo y justo su hermano necesitado, fue a pedirle una limosna, pero fue echado a la calle, y deambuló por el bosque, solo, sin abrigo ni alimentos.
En la noche, cansado se fue a guarecer a una cueva, donde se quedó dormido. Allí soñó que la puna, la peña y la pampa conversaban, y les preocupaba el maltrato que sufría el pobre de parte de su hermano.
Estos tres le dieron al pobre mazamorra de maíz blanco, morada y maíz amarillo. Cuando despertó encontró el regalo… comió un poco de la mazamorra y guardó otro poco para sus hijos.
De regreso notó que el peso de sus bultos había aumentado, cuando abrió, encontró oro, plata y bronce. Como no podía con el peso lo guardó en la cueva para luego regresar…. su hermano rico se enteró de ello y fue a buscar el tesoro, llegó a la cueva y se cansó de buscar, cansado se quedó dormido.
Allí la puna, la pampa, y la peña decidieron castigarlo. Lo convirtieron en venado, le hicieron crecer cuernos, pelos y cola. Cuando despertó el rico se encontró transformado. De regreso a casa su mujer no lo reconoció y le echó los perros.
Desde ese momento el hermano rico, transformado en venado va huyendo por los bosques.