A pocos días de elegir a su presidente por los próximos cuatro años, Argentina vivió una semana intensa en las campañas -como era de esperarse-. La dureza y frecuencia de los textos, audios y videos subió notoriamente, desparramando desinformación, destapes y agresiones con el propósito de influir en el electorado. Esto es un apretado resumen, del inmenso caudal de tinta y minutos, con el que están sometiendo al ciudadano argentino.
Sin embargo, recordemos que en nuestro informe especial del 30 de agosto último ya indicamos que […] “el modelo fiscal argentino, de amplia cobertura en educación, salud y previsión social […] carece de capacidad de financiarlo con sus propios recursos. Por ello, las crisis de deudas recurrentes, financiadas por mercado doméstico e internacional; implicando un “déficit estructural de dólares”.
Esto hace del dólar, la moneda más fuerte al interior de la economía argentina, “la estrella de Belén” que guía en medio de periodos de oscuridad (inestabilidad y alta inflación). Por ello fundamentamos nuestra opinión que el ganador en lo racional sería aquel que dé la mayor confianza a los tenedores de dólares y esperanzas a los tenedores de pesos.
Desde nuestro último informe, la apuesta del oficialismo de Massa fue “mejorar” a los tenedores de pesos con el “plan platita” para obtener su confianza; y la de Bullrich, fue dar a conocer la designación de Melconian como su ministro de economía, el cual salió a explicar su propuesta económica.
Durante ese tiempo todos han culpado a Milei. Por un lado, de la corrida de dólares de los últimos días, por el hecho de sus expresiones al decir que “los pesos no valen ni para excremento”; y por otro, por la corrida de depósitos que le ocasiono la denuncia en lo penal por decir que los “tenedores de depósitos a plazo fijo no deberían renovarlos”.
Sin embargo, fue Massa quien verdaderamente echó más “nafta” al fuego con medidas afectan el déficit fiscal, aumentando el gasto y rebajando ingresos. Todo por cubrir las consecuencias del video de Insaurralde con la vedete Sofia Clerici, conocido como “Yategate”, el cual descubre lo profundamente vinculado que está el oficialismo a la corrupción de la “casta”.
Por otro lado, el “Melcogate”, ha hecho mucho daño a la candidatura de Bullrich. Unos creen que se refiere al audio donde se escucha la voz del futuro ministro de economía vinculándolo con corrupción. Cuando en realidad, el “Melcogate” fue sus pésimas presentaciones, tanto en Nueva York como en medios de la argentina, por “canchera y poco profesional”, que han desbaratado las posibilidades de demostrar solvencia en lo económico, del despedido expresidente del banco nación.
Mientras ello, el dólar (blue) llegó durante la última semana a 1,050 pesos, para terminar, posicionándose en 980 pesos a la apertura de hoy martes 17. Sin embargo, recordemos que al 30 de agosto el dólar (blue) estuvo en 730 pesos, lo que implica una devaluación de 34.2 %, en solo mes y medio. Por ello, tanto por el lado de Bullrich como de Massa, quieren que Milei diga que va a “dolarizar” al tipo de cambio de “hoy”. Es decir, que asuma parte del costo político del ajuste y no al tipo de cambio del 10 de diciembre.
Al respecto los peruanos recordamos lo ocurrido el 8 de agosto de 1990, fecha del famoso discurso de Hurtado Miller, que marco el inicio del obligado ajuste. En el caso argentino, todos saben que el ajuste es evidente, y como es natural hay algunos que quieren que les afecte lo menos posible. Por ello la capacidad de los economistas debe ser medida no solo en su “olfato“ en percibir eso que otros no perciben, sino en proponer soluciones que otros no ven.
Pero regresemos al dólar. La subida de 34.2% durante este último mes y medio, la cual se traslada muy rápidamente a precios. Ha generado una tasa de inflación mensual de 12.7% al mes de septiembre, 12.4% en agosto y una interanual acumulada de 138.3%, confirmando que en Argentina se vive a las puertas de una “hiper”. Pero los economistas sabemos, que la elevación de cualquier precio (en este caso el dólar), no se concreta con “palabras”.
La presión alcista del dólar en argentina no se refuerza por las expresiones de un candidato presidencial, sino por la brecha existente con el dólar oficial que se encuentra anclado a 350 pesos por dólar. Lo cual confirma diariamente que nunca regresará a un nivel siquiera cercano y porque la liquidez en “moneda nacional”, que soltó con fines políticos desde el ministerio de economía, el ministro y candidato presidencial, Sergio Massa permite que se concreten las compras a esos precios. Sin liquidez en el mercado no se concreta o valida ninguna corrida al alza producto de expectativas.
Mientras la mayoría en argentina tiene interiorizado la mitad del “problema Inflación”, porque lo reconocen como un fenómeno (monetario) producto del financiamiento del déficit del sector público con emisión”, dejan de lado la otra parte del “problema inflación”, que “también es producto de la expansión del crédito”. Por ello es evidente que durante los últimos dos meses el banco central argentino ha confirmado su total incapacidad, incluso en cuanto al control del crédito, en medio de una devaluación de 34.2%. Requiriendo, por tanto, un nuevo “mandato” para el banco central durante la transición, además de una obligada reorganización, que lo saque de su inoperancia. Por mandato me refiero a que en se focalice en bajar la inflación.
Termino indicando que en los próximos días veremos lo que nos depara los cierres de campaña. En general observo que no se prevén grandes cambios. Mientras la campaña de Milei tiene previsto repetir lo “rock-star” en el Movistar Arena el miércoles 19, la de Bullrich lo hará en el distrito de Lomas de Zamora, el de mayor peso electoral en Buenos Aires; y Sergio Massa, lo hará en el Luna Park, sin la presencia de Cristina Kirchner ni como telonera.
Desde mi punto de vista, si Milei quiere ganar en primera vuelta tiene que incluir en lo económico: “confirmaciones” para el elector tenedor de dólares y “esperanzas” para el elector obligado a vivir en pesos. Pero para ambos, garantizar sagrado “compromiso” de desterrar todas las mañas con que la “casta” ha venido despilfarrando los dineros del pueblo. Si ello ocurre, considero que puede ganar en primera vuelta, “por escándalo”, a pesar de lo que dice mi querido amigo “Monche”: “que en las elecciones muchas veces gana o empata, el que cuenta los votos”.
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