Las próximas elecciones presidenciales en Brasil se vienen con fuerza y con posibilidades realmente inesperadas para la clase política tradicional, en especial esa de la ultraizquierda que tanto daño le ha hecho al país más importante de esta parte del continente y es que, en nuestros análisis y proyecciones, la aparente fuerza del comunista procesado, encarcelado y sentenciado por corrupción Lula da Silva, se irá diluyendo si es que otras opciones, como la Sergio Moro y la del propio presidente Bolsonaro se enfocan hacia la pelea directa y no siguen escabullendo la agenda política.
Es decir, hay que dar la pelea a la fiera comunista y no enfrascarse entre el centro y la derecha en diferencias tontas que abren más espacio al totalitarismo que auspicia la mafia de Odebrecht y sus aliados impunes.
Sergio Moro, magistrado, escritor y catedrático brasileño que ganó notoriedad internacional por liderar la investigación conocida como Operación Lavajato, es el juez que condenó al corrupto comunista Lula da Silva y lideró la lucha contra el mayor caso de corrupción del mundo. Moro fue llamado en su momento por el Presidente Bolsonaro y se desempeñó como Ministro de Justicia.
Hoy se ha unido al Partido Podemos, de derecha, conservador, y se encuentra desarrollando una campaña cuyo eje central es el lema “No más corrupción”, lo que le ha valido escalar de cero hasta 9% en apenas unos cuantos meses, proyectándose para fines de febrero estar cerca del 12-15% con lo cual se iría acercando a Bolsonaro y a Lula progresivamente.
Pero la batalla recién comienza y ya “se están preparando denuncias contra varios miembros de Podemos”, dice O Globo, y es que la desesperación de sus contrincantes viene de un solo lado: Lula y los comunistas que ven como cada día Sergio Moro y Podemos les van quitando adhesiones, tanto como Jair Bolsonaro recupera liderazgo electoral.
Viene en consecuencia la gran pregunta: ¿Puede Sergio Moro derrotar a Bolsonaro y Lula? ¿Sergio Moro tiene posibilidades de atropellar a Jair Bolsonaro y derrotar a Lula?
En teoría, dice O’Antagonista –una publicación brasileña de referencia- “un candidato presidencial solo debería pelear contra personas de su tamaño. Pero Moro, siendo pequeño aún, tiene todo para ganar con esto: los abogados que sacaron a los mafiosos de la cárcel y sus adjuntos en los tribunales superiores, son los mejores impulsos electorales que puede tener Moro. Representan lo que más rechaza el electorado de Moro: un sistema que protege el bandolerismo, condenando a Brasil a la pobreza y al atraso”.
Como ven, Moro encarna la lucha contra la corrupción y en este momento, los abogados mafiosos, los cárteles de la corrupción le están atacando tanto a él, como a sus allegados y simpatizantes, con lo cual, o estos corruptos logran desestabilizar a Moro y Podemos, o por el contrario, le van a fortalecer generando un rechazo muy fuerte a Lula y los comunistas.
Una investigación de Quaest, empresa que hace análisis y encuestas, muestra unos resultados interesantes: En una de las preguntas, Lula fue señalado como el candidato preferido por el 44% de los votantes, frente al 23% de Jair Bolsonaro. Los que respondieron “Ni Bolsonaro ni Lula” quedaron en segundo lugar, con un 26%. La Tercera Vía, por tanto, tiene margen para vencer y, sumándose al bloque bolsonarista, derrotar mano a mano al exconvicto comunista.
Quaest también preguntó a los votantes cuál era su segunda opción de voto: Sergio Moro quedó en segundo lugar, con el 14% del total, solo por detrás de Ciro Gomes, con el 18%. Lula comió polvo con un 8%, dos puntos más que Bolsonaro, que no puede sumar prácticamente a nadie en dicho escenario porque el 66 % de los votantes lo desaprueban y eso no va a cambiar por el momento.
En la primera vuelta, la ventaja de Bolsonaro sobre Moro es amplia ahora: 23% a 9%. Pero la cuenta siempre es la misma: si Moro le roba el 5% de los votos a Bolsonaro -y le suma el 4% de Doria y Tebet-, ya está en segunda vuelta. Es complicado, pero no imposible en absoluto.
Otra encuesta de Ideas, difundida este jueves 13 de enero por la noche muestra a Lula (PT) con 41% de intención de voto en la 1ª vuelta, seguido de Bolsonaro (PL) con 24%, y Sergio Moro (Podemos) con 11%. Ciro Gomes (PDT) aparece con el 7% de las intenciones de voto, y João Doria (PSDB) con el 4%. También recogió alguna preferencia Rodrigo Pacheco (PSD), con un 1%.
El panorama dice claramente que a la fecha Lula ganaría y la corrupción tenebrosa regresaría. Bolsonaro no levanta pero mantiene un sólido tercio electoral que puede ser impulsado con una mejor campaña y Moro es la carta sorpresa que puede desbarrancar a Lula y a Bolsonaro si mejora su agenda, sus propuestas y si el lema de campaña lo amplía y se convierte a “No más corrupción, no más pobreza, no más desempleo”.
Nota de redacción: Participaron en este Informe, Arena Constanza, Carlos Gonzáles, Ricardo Escudero y David Arenas en Lima-Perú, Gilmar Dos Santos y Adriana Mendes desde Sao Paulo, Brasil.
Con información referencial citada de O’Antagonista, Crusoé, O’Globo.
Fotografía de O’Antagonista