Nota de Redacción: Un numeroso grupo de ciudadanos está impulsando este Pronunciamiento que nosotros respaldamos:
“Ante la pre-publicación del proyecto de Reajuste de Zonificación del distrito de Lurín por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima, manifestamos nuestra preocupación por el atropello que se estaría cometiendo a las tierras agrícolas, el paisaje y los recursos ambientales del valle de Lurín, especialmente en el entorno inmediato del Santuario de Pachacamac y del futuro Museo Nacional de Arqueología, MUNA, en construcción.
Esta propuesta afectaría gravemente los valores ecológicos y ambientales del último valle verde de Lima que, en el contexto actual de la pandemia, necesitamos más que nunca. La crisis actual del Covid evidencia la conexión entre la contaminación del aire, que nos hace más vulnerables a enfermedades respiratorias, y la pérdida de tierras agrícolas, que reduce las posibilidades de garantizar nuestra seguridad alimentaria.
Esta propuesta presentada por la Municipalidad de Lurín, modifica radicalmente la zonificación del valle bajo y del distrito:
a) Los cambios serían fundamentales y afectarían el valle agrícola y el paisaje de la zona, ocupándolos con usos industriales, residenciales y comerciales de alta densidad;
b) Los terrenos de la cuenca baja con zonificación Casa Huerta (CH2) y Agrícola cambiarían a uso residencial de densidad baja y media (RDB y RDM).
c) La zona del trapecio de Lurín, en las inmediaciones del Santuario de Pachacamac, cambiaría de Zona de Tratamiento Especial (ZTE) a Comercio Especial (CE), que es compatible con Industria Especial e Industria I1.
d) La zona costera cambiaría de Zona de habilitación recreacional (ZHR), Residencial de Densidad Media (RDM) y Comercio Zonal (CZ) a Comercio Metropolitano Especial compatible con Residencial de Densidad Alta (RDA).
e) Los humedales de Quilcay no son siquiera mencionados y prácticamente desaparecerían cuando son un ecosistema sensible que requiere ser protegido.
Ante esta propuesta manifestamos nuestra preocupación, profundas dudas y declaramos lo siguiente:
1. Se debería haber tomado en cuenta que ya en el año 2014 se aprobó la Ordenanza 1871-2014, que creó amplias áreas zonificadas como suelo industrial en las pampas al sur del distrito, justamente para proteger el paisaje del valle bajo y eliminar la presión por suelo industrial en el valle agrícola cercano al Santuario de Pachacamac.
2. Se debería ser coherente con el cambio de zonificación recientemente realizado por la Municipalidad de Lima, el 14 de febrero del 2020, cuando se aprobó la Ordenanza 2236 de Reajuste de Zonificación de Pachacamac que cambió la zonificación de agrícola a casa huerta y comercial con 70 y 80% de área libre y que actualmente pretende cambiar a Residencial de Densidad Media (RDM), reduciendo sustancialmente las áreas libres.
3. Cualquier cambio debería responder a una visión urbanística coherente del distrito de Lurín, que resguarde sus valores patrimoniales, los servicios ambientales que presta a la ciudad y que contenga soluciones a los graves problemas de servicios de los habitantes actuales, que aún sufren por la deficiencia de las infraestructura vial, de agua y desagüe, que sistemáticamente colapsan ante el incremento de las demandas industriales. Esta propuesta no resuelve estos graves problemas, por el contrario, los agravaría:
a) Un alto porcentaje de la población de Lurín aún no tiene agua domiciliaria: ¿cómo se aseguraría el agua para toda la nueva población en las condiciones actuales, cuando SEDAPAL no da factibilidad de servicios?
b) La red de desagües del distrito ha colapsado en diversas oportunidades, con efluentes industriales tóxicos contaminando las playas de Arica y San Pedro: ¿qué previsiones existen para que esto no suceda?
c) La infraestructura vial de acceso al distrito de Lurín, recibió un alivio parcial con la remodelación de la Panamericana Antigua, pero la congestión continúa con la creciente presión de camiones que prestan servicios logísticos. ¿Quién y con qué recursos se proveería la infraestructura vial que se necesita, si se regalan densidades y alturas?
4. La propuesta adolece de un mínimo sustento técnico, no contiene un análisis de costo beneficio ni una Evaluación Ambiental Estratégica. Tampoco propone soluciones de gestión urbanística a través de la generación de plusvalías a partir de las zonas industriales ya existentes, que permita realizar las inversiones necesarias para suplir el déficit de infraestructura vial, sanitaria y de equipamientos del distrito.
5. El reajuste de zonificación afectaría gravemente el entorno del Santuario de Pachacamac y el valioso paisaje del valle bajo que se encuentra en el Plan de Manejo del Santuario como zona de amortiguamiento establecida ante UNESCO, para preservar su condición de Patrimonio Mundial en relación integral con el paisaje cultural de su entorno. ¿Cuenta con opinión favorable de los Ministerios de Cultura y de Turismo?
6. Los cambios también afectarían el acuífero del valle y de la futura zona urbana: al reducirse las zonas agrícolas y las áreas verdes, se perdería capacidad de recarga de los acuíferos y se afectarían los pozos de las zonas residenciales reduciendo las fuentes de agua ya escasas. ¿Existe algún estudio técnico que sustente que esto no será así?
7. Los cambios propuestos se contraponen al propio Plan Local de Cambio Climático (PLCC) que la Municipalidad de Lima está elaborando con apoyo de la Alianza Global de Ciudades y Cambio Climático C40, que contiene la necesidad de salvaguardar los valles urbanos como medida de resiliencia climática y así cumplir con el Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS11) y los compromisos del Acuerdo de Paris al 2030.
Finalmente, los constantes cambios de zonificación -especialmente en áreas sensibles y protegidas- siguiendo el mismo patrón mercantilista de cambio de uso del suelo, afectan la seguridad jurídica y contradicen todo el esfuerzo por cuidar ecosistemas y bienes históricos y culturales que debemos conservar.
En resumen, esta propuesta de cambio de zonificación atenta contra los valores ambientales, patrimoniales, históricos y paisajísticos del lugar, desvaloriza el territorio como patrimonio común de todos los habitantes y pretende privilegiar intereses específicos.
Además es totalmente opuesta a los conceptos contemporáneos de planificación que, en primer lugar, privilegian el bienestar de la ciudadanía, la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, la preservación de los ecosistemas, la sostenibilidad ambiental, social y cultural.
Para una ciudad como Lima, que ya supera los 10 millones de habitantes, que tiene un reconocido déficit de áreas abiertas y espacios públicos, y que además, vive en una crisis ambiental permanente derivada de la progresiva desvalorización de su territorio -precisamente por una urbanización masiva y abusiva-, corresponde más bien plantearse propuestas que preserven el patrimonio territorial y paisajístico.
La Municipalidad de Lima debería promover proyectos que revaloricen los espacios abiertos del valle verde, los excepcionales componentes patrimoniales, sean estos naturales o culturales, por ejemplo bajo el concepto de “Parque Rural Metropolitano”, que los resguarden como reserva paisajística y área de amortiguamiento del Santuario, como espacio territorial proveedor de servicios ambientales, recreativos y culturales, revitalizando su memoria histórica, en cuanto escenario de la gesta de los héroes míticos Cavillaca y Cuniraya y de los dioses y hombres de Huarochirí, como principal oráculo y centro de peregrinaje del mundo andino y lugar de encuentro e integración intercultural para nuestro territorio.
Nuestra obligación es respetar y cuidar el Patrimonio Nacional heredado de nuestros antepasados. No podemos seguir robándole el futuro a lugares tan emblemáticos como Pachacamac.
Por todo ello, solicitamos NO aprobar la propuesta de reajuste de zonificación y realizar estudios serios y mejor enfocados, en base a los verdaderos principios del desarrollo urbano sostenible”
Ahora las firmas están sumándose en change.org