El 25 de junio de 2023, Guatemala celebró elecciones generales para elegir un nuevo presidente y vicepresidente, 160 congresistas, 340 alcaldes y 20 miembros del Parlamento Centroamericano. Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en estas elecciones participó el 60,1 por ciento del padrón electoral guatemalteco. El ausentismo fue del 39,9 por ciento.
Sandra Torres, del partido Unión por la Esperanza (UNE), lideró la carrera presidencial al obtener el 15,8% de los votos. Bernardo Arévalo, del Partido Semilla, obtuvo el 11,8%. Ninguna encuestadora predijo el éxito de Arévalo en la primera vuelta de las elecciones. Por ejemplo, una encuesta de Pro Data del 22 de junio informaba que el candidato de Semilla tenía solo un 3% de intención de voto.
Nueve partidos políticos solicitaron que el TSE revisara los resultados. Por ello, el 1 de julio, la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala ordenó al TSE que revisara las papeletas.
Tras la revisión denunciada, el 10 de julio la Corte Suprema de Justicia de Guatemala (CSJ) permitió al TSE validar los resultados. La CSJ denegó la petición de partidos como Cambio, Valor, Todos, Cabal y Creo de que el TSE contara de nuevo todos los votos. El 14 de julio, el TSE ratificó los resultados del escrutinio presidencial.
¿Quién es Bernardo Arévalo?
Nacido en Montevideo (Uruguay) en 1954, Bernardo Arévalo es ciudadano guatemalteco por el lugar de nacimiento de sus padres. Arévalo, de tendencia socialdemócrata, es doctor en Filosofía y Antropología por la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y cursó sus estudios universitarios en la Universidad Hebrea de Jerusalén. En mayo de 2022 fue elegido secretario de Semilla para el mandato 2022-2025.
De 2005 a 2011, Arévalo fue director de un programa de la ONU para apoyar las conversaciones de paz en Israel, Palestina, Chipre y Liberia. La Oficina de Servicios para Proyectos de la ONU e Interpeace —una ONG que aboga por la paz— dirigieron el programa. Como diputado, Arévalo —que continúa en el cargo— ha participado en múltiples comisiones del Congreso, entre ellas las de asuntos exteriores, seguridad social, educación, ciencia y tecnología.
En noviembre de 2021, Arévalo propuso un proyecto de ley en el Congreso para establecer precios máximos en la industria farmacéutica guatemalteca. Propuso “una red de farmacias del sector público” con el supuesto objetivo de “reducir los costos de los productos farmacéuticos para todos los guatemaltecos”. Sin embargo, el proyecto no fue aprobado. En cuanto a otro proyecto de ley propuesto por Arévalo en 2020, dijo que la “falta de regulación del mercado y de los precios” era una de las razones por las que los guatemaltecos tenían dificultades para comprar diversos productos.
Como diputado en 2022, Arévalo votó en contra de un proyecto de ley que endurecía las penas de cárcel para las mujeres que abortaran y prohibía la educación sobre diversidad sexual en las escuelas. Todos los demás diputados de Semilla también votaron en contra. En campaña, sin embargo, Arévalo ha dicho que no hará ningún cambio en los artículos del Código Penal que se refieren al aborto.
Respecto a la comunidad LGBT, en mayo de este año Arévalo dijo: “No permitiremos ningún acto de discriminación contra ustedes. Los protegeremos y nos enfrentaremos a los discursos de odio con todas las herramientas disponibles en el gobierno”.
El padre de Arévalo y expresidente de Guatemala, Juan José Arévalo, llegó al poder (1945-1951) con el partido izquierdista Acción Revolucionaria y se definía a sí mismo como socialista. Bernardo, en línea con la ideología de su padre, ha expresado abiertamente su desdén hacia las grandes empresas de Guatemala. Nombró específicamente al CACIF por no servir a los guatemaltecos sino a empresas. El CACIF es una cámara de industrias de Guatemala (Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras).
Arévalo, en una entrevista en febrero, dijo que la llamada economía del goteo, que surge de la reducción de impuestos, no funciona. En otra aparición en un medio local, Arévalo dijo que los guatemaltecos necesitan cambiar la Constitución para garantizar el “bienestar colectivo”. Este término es usualmente utilizado por representantes del socialismo del siglo XXI como el dictador Hugo Chávez y sus discípulos. El apodo de Arévalo, “tío Bernie”, se refiere tanto a su nombre como al político estadounidense de izquierdas Bernie Sanders.
Bernardo Arévalo ha apoyado abiertamente a presidentes marxistas en la región. Por ejemplo, en octubre de 2022, luego del triunfo electoral en Brasil de Lula da Silva, Arévalo tuiteó: “Un triunfo que fortalece la búsqueda latinoamericana de un mejor futuro para los pueblos, para que puedan vivir con dignidad y con felicidad”. Sin embargo, Arévalo ha criticado al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
Arévalo sostiene que el sistema de justicia de Guatemala está liderado por funcionarios corruptos. Si es elegido, Arévalo ha prometido que le pedirá “ayuda a los jueces y fiscales exiliados y encarcelados para erradicar la corrupción ya que tienen conocimiento de cómo funciona la corrupción puertas adentro”. Con su apoyo, Arévalo propone un sistema nacional anticorrupción para reducir las decisiones arbitrarias. Sin embargo, todavía queda por ver cómo sería tal marco legal.
Las controversias del Movimiento Semilla
En 2015, después de las protestas contra el expresidente Otto Pérez Molina (2012–2015), cuando fue acusado de corrupción, Semilla surge como un grupo informal de análisis político. Luego se volvió un partido político autodenominado antisistema.
El partido tiene cinco principios: democracia, igualdad, pluralidad, respeto por la naturaleza y la promoción de una “economía humana”. Este último, según el partido, se refiere a un “sistema que reduce la pobreza y evita la exclusión de los guatemaltecos, que debe beneficiar a la mayoría de guatemaltecos en lugar de un grupo de familias privilegiadas”.
Semilla participó por primera vez en las elecciones generales de 2019. El partido intentó nominar a la exfiscal general Thelma Aldana, fugitiva de la justicia guatemalteca que vive en Estados Unidos, como su candidata presidencial.
En el presente proceso electoral, la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), liderada por Rafael Curruchiche, está investigando a Semilla por una queja de falsificación de firmas en el registro del partido. El 12 de julio, Curruchiche anunció que el Séptimo Juzgado había suspendido la personalidad jurídica del movimiento Semilla, pero la Corte de Constitucionalidad bloqueó la suspensión dos días después.
Según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala, tanto la escritura como la firma que se revisaron eran falsas. La FECI luego reveló que hay “indicios de que miles de personas han sido inscritas de forma fraudulenta”. El Ministerio Público, en una declaración del 14 de julio, dijo que la investigación no busca interferir con la segunda vuelta ni inhabilitar a ningún candidato.
El 21 de julio, el Ministerio Público continuó con su investigación sobre la falsificación de firmas de Semilla y allanó sus oficinas. Según el ministerio, el allanamiento buscaba conseguir más información para construir un caso más sólido, “respetando las resoluciones de la Corte de Constitucionalidad”.
Además, el exsenador y fundador de Semilla, Alberto Sánchez, reveló supuestos casos de negociación bajo la mesa después de renunciar al partido en mayo de 2022. Sánchez dijo: “Todo el tiempo el Movimiento Semilla hizo negociaciones bajo la mesa y tengo la evidencia para sustentar mis declaraciones”. Añadió: “He percibido múltiples situaciones opacas con respecto a la mayoría del liderazgo del partido”. Sánchez, sin embargo, no dio más detalles.
Las promesas de campaña de Arévalo
Arévalo sostiene que Guatemala necesita un gobierno que “organice la economía de manera sustentable, respetando la naturaleza y los derechos de las generaciones del presente y futuras”. Asimismo, su plan de gobierno contiene políticas de redistribución para “gobernar con la gente”.
El plan contiene 10 objetivos estratégicos:
- Inversión pública de 110.000 millones ($14.000 millones), 61.000 millones ($7.700 millones) y 22.000 millones ($2.800 millones) de quetzales durante el siguiente periodo principal para educación, salud y vivienda pública, respectivamente.
- Rediseñar y ampliar programas de asistencia social. El plan es aumentar la cantidad de adultos mayores que reciban transferencias del estado de 132.000 a 200.000. Además, busca aumentar la cantidad de dinero en el programa de adultos mayores en 25%, de 500 quetzales ($63) a 625 ($79) al mes.
- La meta de incrementar el acceso al agua potable de 88 a 95%. El plan sostiene un presupuesto de 16.500 millones de quetzales ($2.100 millones) para este programa.
- 27.100 millones de quetzales ($3.500 millones) para mejorar carreteras, puertos marítimos y aeropuertos. Además, se busca crear un metro en Ciudad de Guatemala que se espera que cueste 7.800 millones de quetzales ($1.000 millones).
- La entrega de equipo tecnológico como tabletas a los jóvenes entre 13 y 16 años. El costo estimado es de 2.600 millones de quetzales ($330 millones). Esta sección contempla un nuevo marco legal que “promueva la competitividad y la competencia”.
- La contratación de 12.000 nuevos agentes de policías, que se enfoquen en recuperar las prisiones de las manos de los criminales. El plan espera gastar 37.600 millones de quetzales ($4.700 millones).
- Subsidios para energía renovable para “acabar con el cambio climático”. Esto costará 7.000 millones de quetzales ($900 millones).
- Servicios consulares más accesibles para guatemaltecos en el exterior, lo que costaría aproximadamente 1.850 millones de quetzales ($236 millones) en cuatro años.
- Un marco legal moderno con una mayor implementación de gobierno digital. El plan considera un monto de 1.500 millones de quetzales ($191 millones).
- Un pacto con los guatemaltecos para reformar y mejorar la salud pública, la educación pública, la protección al medioambiente y el desarrollo económico. Esto puede significar cambios a la Constitución.
Aunque Semilla —liderado por Arévalo— todavía no ha ganado la segunda vuelta presidencial de agosto, su presencia en el escenario político de Guatemala se ha disparado durante las elecciones generales. Asumiendo que los resultados de junio 25 son válidos, Guatemala tendrá un presidente de izquierda para el periodo 2024-2028.