En estas últimas semanas no se ha parado de discutir la pertinencia de que el comunista Castillo deje la Presidencia sea por vacancia o por renuncia.
Él es el problema. Da igual que sea tal o cual gabinete. Es más, el gabinete presidido por el abogado Torres es una burla más. La solución ya no da para maquillajes sino para una cirugía radical.
De ser vacado Castillo, hay una sucesión contemplada por la Constitución. Primero lo debería suceder la cuestionada vicepresidente Boluarte y de honrar su palabra (renunciar a esta posibilidad); asumiría la Presidente del Congreso quien convocaría a elecciones. ¿Generales o solo Presidenciales? Muchos hablan de que solo deberían ser presidenciales pero ya hay voces que hablan de que “se vayan todos “, en referencia a que los actuales congresistas acorten su mandato y permitan que la ciudadanía elija mejor.
Si tomamos como referencia las diversas encuestas que muestran el gran porcentaje de desaprobación de Castillo; también debería ser tomada en cuenta la desaprobación del Congreso.
Ir por una salida como la realización de Elecciones Generales ya sucedió en el pasado (año 2000) cuando el Congreso acortó su mandato ante graves cuestionamientos de su legitimidad.
Lo que vino después no fue mejor. La historia así lo confirma. Enumerar los diversos casos está demás. La responsabilidad es compartida entre los “partidos” que los presentaron y los ciudadanos que los eligieron.
El actual Congreso lavaría en algo su cara si en un acto patriótico deja de lado sus intereses, válidos o no, y da un paso al costado. Ya los congresistas Chiabra y Anderson lo han planteado.
Siendo extraordinaria esta medida, también debería serlo la posibilidad de que los actuales 130 congresistas puedan postular y tentar la reelección. Claro está que muy pocos lo lograrían. Históricamente así ha ocurrido. Ni el 20% lo ha logrado en los últimos 42 años en los que ha habido elecciones.
Si bien el descrédito de la labor congresal ha sido parte de ataques mediáticos no debemos dejar de decir que los propios congresistas “han contribuido” también a ello, como ya lo dijimos. En la actualidad no deja de ser diferente. Transfuguismo, falta de una agenda que priorice las necesidades de la ciudadanía, falta de agallas para enfrentar al proyecto castrochavista y diversos escándalos en tan solo casi 7 meses. Todo ello dicho sin dejar de señalar que ha tenido cosas positivas, promovidas por un escaso número de congresistas.
Es hora de “resetear” el país y por cierto también fumigar a aquellos que sin haber ganado nunca una elección, gobiernan desde hace 22 años. Por cierto me refiero a los llamados caviares.
Es hora de decisiones. Que el Congreso haga lo que la ciudadanía exige mayoritariamente (efectivice la salida de Castillo y Boluarte) y luego dé un paso al costado. Aquellos (muy pocos) que han cumplido serán reelectos; el resto, a volver a su realidad anterior a julio del 2021.
Está claro que cualquier “reseteo” (elecciones generales “) deberá ser hecho por un Sistema Electoral que garantice independencia, probidad y eficiencia. De no ser así, sería el suicidio de la Democracia.
Imágen referencial, péndulo