Los grupos de la izquierda siguen como arañas ponzoñosas colocándose su veneno unas a otras y destilándolo sobre miles de ingenuos y conversos, multiplicando males, demostrando ambiciones por encima de la falsa recomposición de fuerzas que dicen querer refundar en beneficio del país, pero que en verdad, destruyen cualquier atisbo de entendimiento. Por eso, hablar de unidad entre ellos, para hacer luego la unidad entre los peruanos, es imposible, es inaudito.
No quieren insultos, pero los dicen. No quieren agravios, pero los multiplican. Y de los insultos entre ellos, y de los agravios a cada uno de ellos, pasan a la explosión de la violencia y el odio contra los demás que no son por supuesto de ninguna izquierda, de ninguna trinchera de resentidos y acomplejados.
Observen ustedes: cuando las izquierdas creen que ya alcanzaron una posición dominante, se juegan el pellejo para acabarse entre ellas pretendiendo ser líderes de algo, al final de nada.
Esas izquierdas no sirven a la Democracia, menos a la Libertad. Esas izquierdas que promueven odios y resentimientos, aunque están casi extintas, no mueren aún y la razón es que no existe un equilibrio en colectividades políticas que den la pelea y las exterminen del espacio público, porque no se ven en el espejo de la realidad y no se dan cuenta que las izquierdas los están apabullando y enredando en discusiones improductivas y sin sentido.
Las izquierdas de multiples nombres y marcas comerciales como Frente Amplio, Izquierda Unida, Tierra y Libertad, Sendero Luminoso, Movadef, Conare, Movimiento al Socialismo, Perú Libre, etc y etc no son nada en ideas, en propuestas, en agendas para el progreso y el desarrollo. Son canteras de odio, misiles de violencia, unidades despectivas de miseria politica y podedrumbre verbal.
Para que la Democracia funcione, no necesitamos de esas izquierdas repulsivas, poco combativas en ideas, absurdamente ingresadas en el espacio de la democracia tolerante y boba que se viste complaciente ante ellos. Por eso, para no inundarnos de tanta porquería, requerimos congresistas que lean, estudien, se preparen, sean puntuales, acudan a las universidades y los gremios a pedir ideas, escuchen a las amas de casa en sus necesidades, sean valientes y tengan posiciones claras y definidas, dejen de ser cobardes y sumisos, que asuman su rol en defensa de la peruanidad, eso es lo urgente, eso es lo imperativo hoy y mañana, mañana y siempre.
No debemos tener un Congreso de la mitad hacia abajo, menos aún con esas izquierdas que pondrán explosivos que ellos tienen listos para dinamitar la Libertad, la familia y la vida.
Así de claro. Y si no me entienden, lean despacio y vuelvan a leer. Háganse responsables de lo que está pasando en el Perú.