En la vida diaria es común encontrar diversos niveles en el debate político, ya sea el que se realiza en casa (padres, hijos, abuelos, algún tío que lee mucho los periódicos que ya nadie compra, o una tía algo chismosa), entre colegas, condiscípulos y ex alumnos vía zoom por ahora, los apasionados amigos o contactos que fungen de amigos en el Facebook, el ring por excelencia que es Twitter, tal vez unos minutos en la cola del transporte público o haciendo alguna compra cuando te saludas con alguien conocido y sale la pregunta sobre tu preferencia para estas elecciones… y la gran batalla, contra ti mismo, en aquella soledad que hoy es como la que nunca tuviste y se apodera de tus silencios. En consecuencia, no es tan diversa, pero ocurre la pregunta ¿Por quién votaré para Presidente del Perú?
Y entonces miras de costado, como siempre lo has hecho y lees comentarios de gente que no sabe nada de nada y te asombras y te callas, escuchas opiniones de periodistas que hacen manipulación por alquiler y jamás periodismo, y te asombras y te callas, enciendes la pantalla de la TV o sintonizas una de dos o tres radios que concentran visitas de políticos desesperados por estar en tu mente con promesas insustentables y caes por un tubo inacabable en el vacío de siempre, aceptando que cualquier tontería se apodere de tu voto, salvo que te reveles y busques información y verdad.
Porque de eso se trata, información y verdad, salir del pozo oscuro de la manipulación de la información, escapar del cementerio de la fantasía y el populismo.
Muy bien, eso hicimos con un grupo muy grande de periodistas independientes en su trabajo, equilibrados en sus comentarios y dedicados a la transparencia en sus investigaciones, ajenos al activismo que está de moda.
Cruzamos información de encuestas de varias fuentes, todas y cada una contradictorias. Lo mismo hicimos midiendo la frecuencia (veces, tiempo) que aparecen en medios de comunicación cada uno de los candidatos, menciones en redes sociales (no seguidores, sino interacciones) y finalmente, el potencial de quienes comentan a favor o en contra (eliminando cuentas fantasmas por supuesto). En ese trabajo tan intenso, se logró el siguiente perfil electoral:
- Primer segmento: Ningún candidato supera el 10% y tienen todos ellos su mayor respaldo en Lima, salvo el que va cuarto (César Acuña). Los que juegan en este segmento hasta el momento son: George Forsyth (que sigue cayendo cada vez más), Keiko Fujimori, que ha logrado mantenerse por encima del 9% constante, Verónika Mendoza que en igual forma se sostiene en el mismo porcentaje de 9% y César Acuña, el último en este grupo con un 6% inamovible. Si Forsyth continua su estilo de campaña y se siguen conociendo a sus candidatos al Congreso, estamos seguros que en menos de dos semanas ya pasará al siguiente segmento, a la baja. La pelea está por ahora, entre Keiko y Verónika, una disputa entre dos mujeres puede ser el momento histórico menos esperado pero a la vez, el que ocasione un cambio en las estructuras políticas del Perú. ¿Qué distingue a este segmento? Los candidatos están polarizando positivamente hacia sus ideas y esa es justamente la mejor estrategia electoral de posicionamiento ahora, en esta etapa. ¿Con quien polariza Keiko? Con Verónika y lo que representa. ¿Y Veronika? Con Keiko y lo que representa. En cambio Acuña, se asienta en regiones clave, se aleja de las polarizaciones, no juega en Lima… por ahora, esa es la frase, no lo olviden, por ahora.
- Segundo segmento: Están entre el 4 y 5%, a las justas, nada más. Están entre superar la valla electoral y encontrar la fórmula para dar el salto hacia el primer segmento. En este grupo se encuentran Daniel Urresti (tan odiado como seguido por sus expresiones populistas e histriónicas), Yonny Lescano (por un efecto mediático temporal que lo ha impulsado, ante la estrepitosa caída de Julio Guzmán), Hernando De Soto (una semana intenso y aguerrido, otra semana en silencio y apagado, inexplicable eso) y el candidato de Renovación Popular, Rafael López Aliaga, que ha encontrado su discurso y su propio espacio de polarización positiva, mucha atención. De este grupo, Hernando De Soto y Rafael López Aliaga deberían crecer, reemplazar a Forsyth y hacer que sean cinco los que jueguen la final, ya que Urresti no despega y Lescano es un sicosocial armado por los medios de comunicación que estaban apostando todo por Guzmán y además, recuerden, Urresti y Lescano han demostrado no tener gente valiosa para el Congreso, en cambio De Soto y López Aliaga han promovido candidatos al Congreso que no se amilanan. Sus candidatos al Congreso -los de De Soto y López Aliaga-, prestigian, ayudan y levantan votos, o condenan el respaldo por el rechazo que ocasionan con sus propuestas y declaraciones. No todos son tan valiosos como para que hablen, hay varios que callar, pero en términos generales, están aportando unos cinco a siete en cada lista.
- Tercer segmento: Aquí se amontonan los partidos y los políticos en extinción absoluta como Guzmán, Salaverry, Beingolea, Humala y otros más que son los que rasparán entre el 0.1% y el 3% como máximo.
Como ven, hay dos grandes segmentos, uno que se consolidará en las siguientes dos a tres semanas, quedando en cinco candidatos por encima de la valla electoral, y tres o cuatro que harán lo que sea para salvar su inscripción y negocio, mientras el resto desaparecerá por fin.
Hagan sus apuestas si desean, en política, no sirve de nada apostar.