Según el escritor, el Cardenal “despreciaba las ideologías totalitarias, tanto de derecha como de izquierda, que sustituían el odio por el amor, el ateísmo y el materialismo por deferencia a Dios, y la servidumbre política por las libertades humanas básicas”.
El purpurado sufrió su primer arresto durante el “Terror Rojo” de Bela Kun, siendo puesto en prisión una vez más por los nazis húngaros del Arrow Cross en 1944 y una vez más en 1948 por el régimen comunista, que intentó doblegarlo para que renunciara a través de malos tratos y torturas. Durante la revolución anticomunista húngara de 1956 fue liberado pero tuvo que refugiarse en la embajada estadounidense tras el fracaso de la revuelta, donde permaneció recluido hasta 1971.
Durante este tiempo de exilio en la embajada, el Cardenal Midszenti denunció los atropellos del régimen de Kadar contra la libertad religiosa y política, los lamentables índices de aborto y el sometimiento de la nación a la Unión Soviética. “Las cartas revelan un católico concienzudo y fiel y un patriota húngaro orgulloso y comprometido que nunca se comprometería con la ideología comunista”, recordó Mahoney.
Desafortunadamente, el purpurado fue exiliado definitivamente en 1971, dejando vacante su sede por decisión de la Santa Sede en 1973. Falleció en 1975 tras visitar a las comunidades húngaras en el exilio en Estados Unidos, Canadá, Venezuela y Colombia.
“El mundo recordará durante mucho tiempo la heroica virtud de Mindszenty”, concluyó el autor, quien señaló que esa no será la misma suerte de los promotores de la Ostpolitik, que intentó normalizar las relaciones con la unión Soviética, así como de los prelados que colaboraron con el régimen comunista .
“Honremos y recordemos al Cardenal Joszef Mindszenty por su fidelidad a la verdad, la fe y al país durante la era de la ideología. La Iglesia en su sabiduría ha considerado a este gran hombre como digno de veneración. Muchos de nosotros, estudiantes de Mindszenty y totalitarismo por igual, habíamos llegado a esa conclusión hace mucho tiempo. Que pronto sea declarado Santo”.
Con información de The Catholic Thing.