“La escuela es una institución y como tal representa algo estable, un punto de referencia, gracias a lo cual, los estudiantes aprenden y conviven con un sentido, un orden y con realismo. Sin embargo, si se la pretende considerar como una suerte de laboratorio utilizado para probar o imponer propuestas que no tienen en consideración la exquisita realidad y la dignidad de las personas de los alumnos y profesores, se está condenando el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad” escribe Edistio Cámere con gran acierto en su blog “patio de ideas”, una maravillosa página de reflexiones, ideas y propuestas que todo educador, padre de familia y estudiante se encuentra invitado a leer, porque enriquece, porque anima, porque motiva y porque le da sentido a mucho de lo que él ahora nos habla en su nuevo libro “Escuela y Familia: una alianza y un propósito” que se presenta en Lima este día de la primavera, feliz coincidencia.
Y es en primavera, “primer” “verdor”, que nos aliviamos de cubiertas protectoras, que nos abrimos al sol y la renovación, que despejamos nubes grises y cuerpos doblados ante la humedad del clima intenso, para erigirnos -como en el tema educativo- y tenemos que enderezar rumbos para hacer prevalecer valores, virtudes y principios de humanidad.
¿Qué ideas y propuestas de compromiso plantea Edistio Cámere? En mi opinión e interpretación, pasar de la era de la información y el automatismo de los reglamentos, a la era de la participación y actitud, una explicación donde confluyen todos los que participamos en el mundo de la educación: promotores y autoridades de colegios, padres de familia, maestros, alumnos.
¿Qué es esa alianza? Lo dicho, un compromiso de conocimiento, una participación secuencial, frecuente, el vencer conflictos anticipando el diálogo.
Una de las ideas que más me han impactado es la de instituir el Departamento de Familia en cada escuela, como un complemento esencial de toda la tarea educativa, porque sin que participe la familia, seguiremos asistiendo a un servicio estático, monocorde, aburrido, regresivo, olvidadizo. La Familia está en el momento preciso para hacerse del liderazgo educativo y eso, intuyo de la obra de Edistio Cámere y lo aplaudo, comparto y aliento.
¿Quieren un libro que es valioso y lo será en sus siguientes avances? Entonces, no les comento más, búsquenlo y léanlo, escriban sobre lo que leerán en sus redes sociales, comenten, discrepen que vale la pena para enriquecerlo más y hagan de su formación una palabra valiente en la escuela de sus hijos, que es de donde vendrán las voces del cambio para el progreso y desarrollo del Perú.