La inversión sostenible consiste en crear valor económico a través del cuidado del medio ambiente, el respeto por los derechos humanos y el buen gobierno corporativo de las empresas.
Al integrar estos criterios [Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ASG), que incluyen también los relacionados al cambio climático] en el proceso de inversión, se busca promover una mejor toma de decisiones, logrando obtener una relación riesgo-retorno mejor posicionada. De esta forma, ayuda a los inversionistas a tomar decisiones más informadas y éticas, a la vez que genera un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, contribuyendo a la creación de un mundo más sostenible y equitativo.
América Latina se encuentra en un momento histórico de construcción del ecosistema de inversión sostenible, y ello obedece a dos grandes tendencias.
Primero, el interés creciente en la inversión sostenible por parte de los fondos de pensiones en los sistemas de ahorro individual: en su mayoría, las administradoras de fondos de pensiones de la región latinoamericana son organizaciones que entienden su responsabilidad de invertir pensando en el largo plazo y en el beneficio de sus afiliados y comprenden que la incorporación de los factores ASG en el proceso de inversión ayuda a asignar capital a empresas con buenos gobiernos corporativos que trabajan para crear economías sostenibles, y ello es coherente con la comprensión global de que la obligación fiduciaria considere estos factores.
Segundo, la creciente adopción de palancas de impulso al ASG, tales como las asociaciones público-privadas de finanzas sostenibles, el desarrollo de “taxonomías verdes” (que permiten diferenciar y clasificar instrumentos de este tipo) a nivel local, y el desarrollo de normativas y/o iniciativas que permiten establecer las bases e incentivos para el adecuado desarrollo del ASG (por ejemplo, las normas que exigen incorporar los factores ASG en las políticas de inversión y de gestión de riesgos de las administradoras de fondos de pensiones).
Los países más avanzados actualmente en la integración de los factores ASG en sus sistemas de pensiones son Brasil, Chile, México, Colombia y Perú. No obstante todo el avance que se ha hecho queda mucho por seguir mejorando en cada una de las dimensiones del ASG, y el compromiso de las administradoras de fondos de pensiones latinoamericanas es seguir en esta senda.
En ese sentido, hay varios aspectos necesarios en que se debe seguir avanzando para el adecuado desarrollo del ASG en el sistema financiero y en particular en el sector de los fondos de pensiones. Entre ellos, destacan, por ejemplo, establecer regulaciones claras y estandarizadas idealmente a nivel mundial que promuevan la incorporación de factores ASG en las operaciones y estrategias de inversión de todas las entidades financieras, brindar programas de capacitación para que todas las entidades financieras (incluidas las administradoras de fondos de pensiones en sus equipos de riesgos e inversiones) puedan comprender, adoptar e implementar eficazmente prácticas ASG, seguir incentivando que los emisores (las empresas listadas en bolsa) reporten información relativa a ASG alineada con las metodologías globales, de manera estandarizada y lograr una mayor estandarización de los datos y métodos disponibles (Ej: métricas de evaluación) para el análisis de activos relacionados con los criterios ASG, evitando el “greenwashing”.