Lo dijimos y lo repetimos: NO estar a favor del gobierno, no quiere decir que uno sea del bloque opositor de las izquierdas del odio y la corrupción, así como NO estar a favor de las acciones violentas de las izquierdas del odio y la corrupción, quiere decir que uno avala los actos del gobierno. Para entender mejor, los ciudadanos NO podemos estar encasillados al lado del gobierno y sus socios, ni al lado de las izquierdas extremistas y sus cómplices, porque los ciudadanos ocupamos nuestro propio espacio y NO es de fanatismos, afinidades o sujeciones con los más de veinte partidos políticos inscritos o los más de veinte en proceso de inscripción, ya que cada uno de ellos, NO representa más que una suma de papeles que reúnen firmas habilitadas para un solo fin: inscribir a una organización política que muchas veces termina siendo una organización criminal.
“O con Dina o contra Dina” es una dicotomía de maldad, porque la frase es “con tu Patria o contra ella” y aquí, el nombre de la señora presidente o de quien sea, NO es lo que prima. Así que cuando los caviares usan la palabra fujimorismo como si fuera un insulto, cuando los comunistas usan la palabra caviares también como insulto, cuando los caviares atemorizan insultando con la palabra fachos, cuando los medios alquilados a grupos de presión o de poder usan palabras que quieren presentar como nuevos sinónimos de desprecios, NO hay que hacerles caso, no hay que darle importancia, debemos rechazar esa terrible manipulación del lenguaje del odio que pretende seguir abriendo brechas entre peruanos.
Hecha esta aclaración, hay que evitar el retorno del odio de las izquierdas a cualquier escenario de gobierno y eso, no es callar ante inconstitucionalidades del gobierno que nació siendo de extrema izquierda y no sabemos, no tenemos ninguna garantía que no pretenda volver a ese rumbo suicida, tratando de vender una imagen de otra naturaleza por ahora, enmascarada en un autoritarismo y una secuencia de represión cada vez más aterradora.
En tal sentido, reiteramos que , en un contexto de secuencia presidencial donde NO se cuenta con vicepresidente para estar en el territorio nacional en su ausencia. Ese detalle, que se encuentra claramente señalado en la Constitución Política del Perú, debería respetarse escrupulosamente y NO aceptarse una ley que el Congreso ha aprobado, también en un contexto donde los que dieron el voto a favor, no son precisamente políticos de honor, respeto y honestidad.
El aval del Congreso, es el orígen del error y del mal. Cuidado.
Dina Boluarte quiere hacer un debut de viaje presidencial “a presión”, pero, ¿para reunirse con los peores representantes de la región? Pésima idea, de un posible debut y despedida.