“No les interesa, señor. Es eso, no les interesa la gente, ni los niños, ni los pueblos. Los que estamos desesperados somos los de provincias y si eso sucediera en Lima, tal vez abrirían los ojos en el Gobierno”
Estas palabras son el resumen de muchas voces. Es la indignación, respetuosa protesta que representa un dolor que se apaga en la mirada sin esperanzas.
“No les interesa señor. Es eso, nos mienten, no nos dicen la verdad. Nos mienten, no escuchamos una voz que diga la verdad”
Estas palabras –ahora ya están en Lima- son el resumen de miles de voces de padres de familia, trabajadores y jóvenes de una ciudad que representa casi un tercio de la población del país.
Un Gobierno insensible, que no dice la verdad, que no ordena las cosas, eso es lo que tenemos en el Perú lamentablemente hoy.
Un Gobierno que no quiere que las Fuerzas Armadas asuman de inmediato su rol de seguridad nacional, que tengan el mando de las operaciones en áreas calificadas para ellos, como el control de caminos, puentes, centrales de energía, zonas vulnerables donde no debe haber ni curiosos, ni víctimas inocentes.
No se dan cuenta o no les interesa, pero hay que decirlo.
Gobierno insensible que prefiere ver negocios por encima de necesidades. Gobierno insensible, gobierno insensible.