Para los incrédulos, una evidencia directa es que…
No fue ninguna “marcha pacífica” sino una acción coordinada de violencia contra las empresas agroindustriales y contra cualquier expresión de propiedad privada (destrucción e incendio de ómnibuses interprovinciales que nada tienen que ver en el asunto entre empresas y trabajadores, ataque a vehículos particulares y transporte de carga, cobro de cupos para poder transitar, destrucción de estaciones de bombeo de agua para todo tipo de agricultores (en especial a los más pequeños) y ataque a sub centrales de energía eléctrica (esto último fue impedido por vecinos de zonas adyacentes).
Además, enfrentamientos entre pobladores, trabajadores estacionales – temporales y autoridades locales si es que intervenían ante bloqueos de carreteras; la idea en la lógica de los violentos es: es “si no apoyas mi lucha, estás en contra, sufre las consecuencias de tu silencio, que es provocación a las reivindicaciones, el pueblo sólo reacciona ante la violencia de las empresas, sus aliados y el Estado” (no dicen del gobierno)
¿Intervino la Policía?
No, sólo observó de lejos, intentó en algún momento proteger a transportistas pero retrocedió, porque nadie quiere estar implicado en juicios y maltratos. La PNP estaba informada desde hace 72 horas mediante el volanteo y desde hace una semana de la convocatoria. Ninguna autoridad Regional ni Nacional intervino previamente, durante, ni ahora.
¿El viceministerio de agricultura está a cargo de quién?
Todo indicaría que en manos del partido comunista de Verónika Mendoza; María Isabel Remy, es la viceministra y futura Ministra del nuevo ministerio. Ella, comparte identidad ideológica con la Mendoza, quien a su vez está políticamente relacionada con la hija de la inusitada viceministra, según nuestras fuentes.
¿Los medios informan?
No. La noticia está limitada por la PCM y el Ministerio del Interior, mediante un control permanente de contenidos, porque no se explica de otro modo la censura oficialista, frente a la realidad.
¿Quiénes son los que dirigen esta operación violenta?
Grupos político partidarios que “alientan” lo que denominan reivindicaciones, como operadores ligados al movimiento comunista de Verónika Mendoiza y Sergio Tejada (aparentes ex humalistas, pero activistas de una alianza nacionalista, izquierda radical de Gregorio Santos + Vladimir Cerrón + Aduviri, Patria Roja, partido morado -sí, el de Sagasti y Guzmán, Frente Amplio de Arana, entre otros). Un sancochado que reventó violentamente, no como en Lima que fue gradual (y por eso, el inmediato comunicado de la CONFIEP resulta poco menos que “sorprendente” después de haber tomado partido en la anterior escalada de protestas violentas de Lima).
Estos grupos comunistas y encubiertos que mencionamos líneas arriba, van supuestamente divididos en primera vuelta, porque la idea es ampliar presencia dispersando fuerzas y luego, mostrar “unidad”: con más de 20 congresistas elegidos, serían fuerza decisoria en el Congreso ante la dispersión que va a producirse; con más de 25 podrían dominar tres comisiones estratégicas: del capítulo laboral, agro y minería en una probable Asamblea Constituyente, sin tocar para nada el capítulo económico, eso lo destruyen luego desde afuera (¿Ahora si se dan cuenta de esto?)
¿Qué buscan los que protestan, los trabajadores?
Subir a 60 soles el jornal diario, vivienda, ingreso a planillas directa de la empresa principal y no por contratas o services… y además, los dirigentes y azuzadores buscan… cambio de Constitución Política del Perú, Asamblea Constituyente, referéndum para Segunda Reforma Agraria, participación accionaria en las empresas agroindustriales, limitar la propiedad empresarial y convertirla en concesiones agroindustriales temporales que pueden ser renovadas si las asambleas locales / populares autorizan (licencia social de propiedad empresarial privada sobre terrenos agroindustriales en concesión)… y más populismo.
¿Seguirá la protesta y la violencia?
Si, es parte del calendario “combativo” y se acrecentará si no hay resultados inmediatos (la típica Mesa de Negociación, el cuento de lo social, el otro cuento del diálogo…), mientras continúa el adoctrinamiento a los trabajadores jornaleros en especial y se unen comités de regantes y otros grupos, buscando obtener algún beneficio extra.
¿Existe alguna justificación para las protestas?
Sí, para protestar sí, para actuar con violencia NO. Observen que no se puede tapar la realidad por defender a la empresa privada como concepto.
Hay muchos desequilibrios en el tema laboral (pagos muy bajos, régimen en controversia, ausencia de derechos frente a trabajadores estables, hacinamiento en jornaleros, carencia de soporte médico asistencial integral, cero capacitaciones para promover el desarrollo individual)
¿Esto se pudo prever?
En un gobierno democrático, sí.