La pus es consecuencia de una infección y si esta no se corta y elimina podría matar a la persona. Cuando se nota que una herida tiene pus, enseguida hay que tratarla para que no avance. Algunas veces es necesario recurrir a los antibióticos.
Qué difícil es curar a una persona cuando la infección se ha extendido y se ha producido una septicemia. En estas ocasiones es muy fácil que el médico diga: “ya no hay nada que hacer”
La pus en la sociedad
Estas explicaciones de la biología o de la medicina nos pueden servir para examinar y diagnosticar lo que puede ocurrir en una sociedad.
Las infecciones sociales se producen cuando en una ciudad o en un país sus habitantes han perdido la moralidad y viven del pillaje y el robo en todas sus acepciones, buscando además legalizar medidas que favorezcan actividades ilícitas y hasta delincuenciales.
Este tipo de infección social surge de la informalidad, cuando ya no importan las leyes y todo vale. Con el tiempo se convierte todo en la ley de la selva donde predomina el más fuerte.
Entre los ilegales, delincuentes e informales, hacen un consenso utilizando a los más débiles e ignorantes para sus objetivos.
Los discursos que utilizan son calumnias y mentiras que fomentan el odio y la división.
En los países donde no hay cultura prende fácil este tipo de política, que extiende la infección hasta la “septicemia” social que destroza una sociedad llenándola de pobreza e indigencia. Solo una cúpula de “elegidos” viven como reyes, después de haberlo robado todo.
Limpieza total
Cuando en un país hay pus al tocar una institución, urge hacer una limpieza general. No se puede convivir con lo que está infectado, es necesario eliminarlo para que camine la sociedad.
No se puede pactar con Dios y con el diablo.
Imagen referencial, en redes sociales