Este año la lucha política tiene como objetivo derrotar al gobierno comunista y corrupto para restaurar constitucionalmente la democracia basada en elecciones limpias, libertad de las personas y libre mercado.
Ideológicamente debemos rescatar a la república bicentenaria de manos de Sendero Luminoso que, pese a su esencia terrorista, se ha enseñoreado en el poder en alianza con las izquierdas marxistas radicales, así como con la progresía globalista culturalmente antipatriota.
El enemigo incluye desde revolucionarios aliados con los intereses geopolíticos del Foro de Sao Paulo, China e Irán, hasta esa Izquierda Bruta, Trasnochada y Corrupta (IBTC) que sigue los guiones de Soros y su interpretación de Gramsci.
En lo político tenemos que lograr la demostración de que el gobierno de Castillo surgió del fraude electoral y de la mafia de los Dinámicos del Centro, así como de su vínculo con el narcotráfico encabezado por el Cartel de los Soles venezolano, aliado al Hezbollah islámico.
En lo estratégico es nuestro deber seguir combatiendo el secesionismo alentado por Evo Morales y su proyecto del Runa Sur, para lo cual debemos forzar una política exterior consecuente con los verdaderos intereses nacionales.
Hacia adentro la estrategia debe lograr la revocación de todas aquellas autoridades nuevas, sobre todo prefectos, que están siendo nombrados por su filiación con el Movadef senderista. Permitir que consoliden su poder es abrir la puertas a la venezolanización peruana.
En lo institucional tenemos que redoblar esfuerzos para que no siga la infiltración en las FF.AA. y la Policía Nacional y que no destruyan a los pocos estamentos de Inteligencia como la Dircote.
Contamos con miles de ciudadanos en protesta y movilización permanente. Debemos consolidar el liderazgo de sus mandos y coordinar a los colectivos para que asuman tareas cada vez más graves como el bloqueo final a todas las movidas desestabilizadoras del G2 cubano que rodea a Castillo; así como para que radicalicen su protesta contra la corrupción galopante de la administración del Estado.
En lo electoral tenemos que lograr una recomposición total del JNE y la ONPE, además de cristalizar la unidad de las candidaturas: no podemos dejar que municipios y gobernaciones caigan en manos de la izquierda.
Por lo demás, es fundamental lograr la inmediata unidad de la oposición, porque el plazo para lograr la suspensión o la vacancia presidencial no va más allá de abril de este nuevo año. ¡Vamos juntos hasta la victoria final!