Evo Morales -dictador de Bolivia por encima del gobierno títere de Arce- es enemigo público del Perú. Conspira a favor de la sedición comunista y tiene acuerdos secretos con Pedro Castillo y el neosenderismo. Su propósito: desmembrar a nuestra patria y crear el Runa Sur.
El socialismo del siglo XXI y su organismo de coordinación, el Foro de Sao Paulo, propugnan: a) La creación de una “Patria Grande” bolivariana, la cual implica avanzar hacia el ideal de una confederación con la coexistencia de “estados plurinacionales” sometidos a la autoridad central de un gobierno continental. b) El desmontaje de las repúblicas liberales, a través de asambleas constituyentes que legalicen la plurinacionalidad. c) El reordenamiento territorial progresivo para romper a los Estados – Nación unitarios como el Perú y crear provincias funcionales para el interés bolivariano.
Sobre el Runa Sur se propone la secesión territorial, separando a las actuales regiones de Arequipa, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Madre de Dios, Puno, Moquegua y Tacna dentro de un estado de transición que rompería el centralismo limeño y lo vincularía a Bolivia, permitiéndole una salida al mar.
Luego, esa nueva unidad geográfica alcanzaría al norte chileno: Arica, Tarapacá y Antofagasta; y las provincias argentinas de Jujuy y Salta.
El correlato económico sería crear una unidad geográfica de complementación alto y centro andina con una costa fértil. Y el elemento unificador de intereses subregionales estaría dado por la nueva matriz energética del gas, elemento que ya no tiene Bolivia pero que sí abunda en el territorio peruano en la ruta de gasoducto sur. Además la unidad económica estaría signada por la explotación del litio y el uranio, recursos descubiertos en una enorme magnitud en la última década.
El apoyo internacional a este proyecto tiene tres vertientes: la del Foro de Sao Paulo; la de la llamada Asamblea de los Pueblos Originarios que reivindica sobre todo la nación aimara; y la extra continental de las potencias interesadas en el control geoestratégico sudamericano: China, Rusia e Irán.
A eso debe sumarse el accionar del narcotráfico nucleado por el Cartel de los Soles venezolano y potenciado por los cocaleros bolivianos y peruanos; y, la inserción del Hezbollah islámico en nuestro territorio.
Frente a esta amenaza, en pleno desarrollo, es urgente la defensa diplomática y militar de la integridad territorial. Las FF.AA. deben exigir el cese de la intromisión boliviana; y el Congreso tiene que investigar los alcances del acuerdo secreto Castillo-Morales.