Hace 25 años, en cuanto se confirmó la captura de Abimael Guzmán, al igual que muchísimos peruanos hice un brindis de celebración por lo que suponía era el fin de la pesadilla genocida. Hoy, sin embargo, ese trago me quema las entrañas al comprobar cómo el terrorismo vuelve a germinar ante la incapacidad del Estado y la indolencia ciudadana.
Simbólicamente (lo fue en ese momento, septiembre de 2017) se excarceló a Mariza Garrido Lecca entre los aplausos de esos editores que, vía Somos, traicionaron la convicción democrática de Aurelio, Alejandro y Alejo Miró Quesada, así como de Bernardo Roca Rey, quienes arriesgaron su vida contribuyendo a que la vesania senderista no se apoderara del Perú. Y lo paradójico es que el editorial del decano, que siempre consideramos sagrado aquellos que lo redactamos durante tantas décadas, sirve para que un señorito del Club Nacional haga defensas más ridículas que las de un progre borracho (ahora felizmente, ya no sigue como “director” del Decano).
Pero si El Comercio se ha vuelto un medio caviar ante la impavidez pública, peor es lo que ocurre con el resto de los medios, comenzando por La República que no tiene autoridad moral desde que se ha reiterado que su actual director era el “topo” de la prensa al servicio de Montesinos, hasta América TV y Canal N, que desfallecen bajo la dirección de una colombiana que día tras día insulta los valores de la peruanidad.
Atrapados entre contenidos erráticos y enseñanzas escolares dictadas por miembros de un Sutep rojo, millones de jóvenes desconocen la gesta histórica de militares, policías y civiles que luchamos –inclusive pistola en mano– contra el ataque subversivo; porque aquí se trató de eso: en el Perú nunca hubo guerra ni conflicto armado interno, sino la agresión terrorista de las bandas asesinas Sendero Luminoso y el MRTA, cuyos crímenes han sido relativizados por la falsaria CVR.
El terrorismo está en un recodo del camino, solo ataca en el Vraem desde hace 25 años, pero será repotenciado progresivamente con la cúpula senderista que estos días saldrá liberada por obra de traidores como Paniagua, Toledo y García Sayán, quienes consiguieron que se les variara la pena perpetua.
Con un gobierno fantoche como el actual (el de esos años, el siguiente y el vigente), que a nadie extrañe que cualquier día de estos la sangre vuelva a salir a borbotones con otro ataque tipo Tarata, solo que bajo la firma maldita del Movadef, Fudepp o cualquier otra fachada de un terrorismo irredento que únicamente terminará, cuando se extermine al último de sus miembros.
Nota de Redacción: Hugo Guerra, Recoletano y Sanmarquino de prestigio, escribe habitualmente en el Diario Expreso y contamos con su autorización para publicar sus columnas -las vigentes y anteriores-, pero lo hacemos con aquellas que llevan años publicadas, las que guardan vigencia con el momento político, porque Hugo Guerra lo predijo con una exactitud que vale la pena resaltar siempre.
Hoy Hugo se recupera de una larga enfermedad, gracias al esfuerzo de su Familia y las oraciones de todos los que lo queremos y respetamos.