La construcción registró un crecimiento de 14.3% al cierre de febrero de este año, logrando seis meses consecutivos de resultados positivos, pese a la incertidumbre política que el país atraviesa. Para marzo, CAPECO estima un alza de hasta tres dígitos en todo el segundo trimestre del 2021.
De acuerdo con los resultados del sondeo de expectativas desarrollado antes de la primera vuelta para el IEC #40 de CAPECO, las perspectivas de los empresarios del sector sobre el dinamismo de la actividad constructora, habían mejorado ligeramente respecto a enero del presente año. Por lo que, algunos de los segmentos de la construcción han mejorado como los constructores de infraestructura con un 34.4% de alza para este 2021 frente al 12.9% anterior. Asimismo, la actividad inmobiliaria presentó una ligera alza de 9% vs 6.2%.
El sector informal continuaría siendo el más dinámico del sector en el presente año, según la opinión del 44.9% de los empresarios entrevistados en el sondeo efectuado para el presente IEC. Así también, la infraestructura pública sería el segundo rubro del sector construcción en que más crecerá el 2021, según la opinión del 28.4% de los encuestados para esta edición del IEC.
Respecto a los precios de materiales, la tendencia al alza se mantendría por los próximos seis meses. Los proveedores han estimado un aumento de precios de 3.8% entre marzo y agosto. De otro lado, la incertidumbre respecto a la política general del próximo gobierno debe ser un tema a considerar, ya que cuando se produce un cambio en la gestión gubernamental la obra estatal reduce considerablemente su eficiencia en comparación al año previo.
Por el lado del mercado inmobiliario residencial, también se presentan dificultades. Las colocaciones de créditos para la adquisición de viviendas se redujeron en 32.8% entre marzo 2020 y febrero 2021. Los créditos desembolsados por el Fondo Mivivienda tuvieron una caída de 31.3% entre marzo 2020 y febrero 2021. Las colocaciones se redujeron en enero (11.5%) y febrero (5.9%) y se recuperaron fuertemente en marzo.
El Ministerio de Vivienda espera colocar 9 200 préstamos Mivivienda en el 2021 (es decir un crecimiento de 10% respecto al año anterior) y desembolsar 44.570 Bonos Familiares Habitacionales de Techo Propio, lo que implica una reducción de 8% en relación a lo obtenido en el 2020. Sin embargo, no se han otorgado recursos suficientes para financiar estas metas, siendo necesario una asignación adicional de 550 millones de soles.
Es muy relevante que se consigan restos recursos para asegurar el cumplimiento de estos objetivos en producción de vivienda social y que estos se asignen antes del cambio de gobierno. De lo contrario, se corre el riesgo de repetir las experiencias de los años 2006 y 2016, en que los créditos hipotecarios del Fondo Mivivienda disminuyeron 39.1% y 12.1%, respectivamente y arrastraron la retracción de las colocaciones hasta dos años después.
Además de encarar la insuficiencia de recursos para subsidios, quedan pendientes de resolver varias tareas de corto plazo, entre las que deben resaltarse las siguientes:
- Reajustar los precios máximos de viviendas y de los valores de subsidios de los programas de vivienda social, con el fin de registrar la significativa variación de precios de los materiales que se ha agudizado en los últimos diez meses.
- Resolver el conflicto de competencias entre el Ministerio de Vivienda y las municipalidades, respecto a la aplicación del Reglamento Especial de Habilitación Urbana y Edificación y, en general, así como al respeto de la prevalencia de las normas nacionales sobre las municipales.
- Culminar el proceso de implementación de los fideicomisos para la reactivación de los proyectos Techo Propio que se encuentran paralizados por la suspensión de liquidación de Financiera TFC.
- Encontrar una salida efectiva al tratamiento tributario de los Fondos de Inversión a raíz de una reciente resolución del Tribunal Fiscal que dificultaría la participación de este modelo de financiamiento de proyectos residenciales que explica el 25.2% del valor de las ventas efectuadas en los proyectos habitacionales que se han comercializado en Lima Metropolitana durante los últimos cinco años, sumando más de 9 200 millones de soles.
Adicionalmente, es necesario completar el proceso para lograr que los fondos de inversión puedan participar en el mercado hipotecario, particularmente de vivienda social, con la finalidad de incrementar la capacidad de financiamiento de las cajas municipales o de constituir entidades crediticias que tengan como propósito específico el otorgamiento de préstamos hipotecarios.
- Replantear las exigencias técnicas para la certificación de proyectos de vivienda social a ser financiados por Mivivienda Verde, para evitar que se reduzca la oferta de vivienda dentro del programa que concentra más del 60% de la colocación de créditos de vivienda social en el país.
- Redefinir el concepto de vivienda de interés social, con la finalidad de incluir a aquellas unidades habitacionales que están en el rango de Mivivienda pero que se financian con recursos propios de las instituciones financieras privadas, que ya explican un 30% de la oferta actual de vivienda.
- Constituir el operador público de suelo, con la finalidad de incorporar terrenos del Estado y de las comunidades campesinas con vocación urbana al mercado de tierras para promover la oferta de vivienda social.