“A veces, la invasión de un lugar o un asalto son motivados simplemente por dinero. Entretanto, el efecto de esos incidentes debe ser motivo de preocupación. Al optar por atacar las iglesias, vándalos y ladrones muestran una profunda falta de respeto, si no odio, por lugares de culto”, resalta el documento.
De entre las iglesias afectadas está la de San Nicolás, localizada en el municipio de Ankum, que fue incendiada el día 1º de junio, alrededor del mediodía. De acuerdo con imágenes registradas por las cámaras de seguridad, el fuego fue provocado por algunas jóvenes.
Ya al amanecer del día 19 de mayo, desconocidos apedrearon la ventana de la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad, en la comunidad de Grossholbach. En seguida, invadieron el templo y robaron objetos sagrados, incluyendo imágenes de santos. Además, retiraron la imagen de Nuestro Señor Jesucristo de su crucifijo y después la quemaron, e hicieron necesidades físicas en el corredor y en varios bancos.
El día 14 de abril, desconocidos destrozaron el templo católico del Sagrado Corazón de Jesús, localizado en el municipio de Dillenburg. Durante el ataque, dañaron una pileta de agua bendita y velas, y lanzaron panfletos en el piso. (EPC)
