“Los regímenes totalitarios de todo el mundo siempre han luchado contra el conocimiento y la memoria histórica. La ceremonia de hoy es una prueba de nuestra memoria”, afirmó Magdalena Śniadecka – Kotarska, embajadora de Polonia en Lima, en la inauguración del monumento a los beatos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strazalñowski, en el parque Polonia, ubicado en Jesús María.
Agregó que el evento es “un homenaje a la empatía, a la paciencia, a la bondad, a la fe en las virtudes que representaban, pero también un llamado a recordar a las víctimas entre quienes han perdido la conciencia de su historia. Y una nación sin historia deja de existir”.
La diplomática polaca, en su alocución magistral, señaló que está conmemoración es especial y a la vez dolorosa. El día del asesinato de ambos misioneros polacos, “se entrelazó la historia de Polonia y el Perú, y nos unió para siempre”.
Enseñanzas misioneras
Añadió que los sacerdotes “viviendo en Pariacoto, a pesar de las amenazas, durante varios años brindaron una ayuda integral a la población, no sólo espiritual, pero sobre todo social, educativa, médica, caritativa y material”.
“Sus acciones -prosiguió- se convirtieron en una amenaza para Sendero Luminoso, porque los misioneros despertaron el corazón y apoyaron a quienes estaban perdidos en sus penurias diarias, en los desastres naturales, en las epidemias de cólera, en las sequías -que afectaron la Sierra en 1990 y 1991- al mismo tiempo mostraron la posibilidad de una vida alternativa basada en la bondad, la ayuda, la solidaridad y la cooperación: valores perdidos en la lucha por la supervivencia”.
“Cada día, Michał y Zbigniew, transformaron el saludo simbólico de ´Paz y Bien´ de los franciscanos en actividades prácticas. Esto era el significado simbólico de sus vidas y por el que dieron sus vidas. Murieron por una causa justa”, aseguró la embajadora.
Significado histórico y espiritual
A su vez, el representante papal en el Perú, el Nuncio Nicola Girasoli, mencionó que para los creyentes este evento no tiene solamente un gran significado histórico, treinta años del sacrificio de estos mártires, tiene también un profundo significado espiritual.
“Quiero recordar -dijo- que el Papa Francisco firmó el decreto de beatificación de esos mártires el 3 de febrero del 2015, coincidiendo el mismo decreto con la beatificación de monseñor Óscar Romero. El Papa Francisco quiso unir a estos mártires que han dado la vida por una adoración profunda que tenían de amor al pueblo y naturalmente inmolándose por el bien de todos. Por eso no es solo un recuerdo histórico”.
Al finalizar su prédica, el diplomático de la Santa Sede, reiteró que para los creyentes la sangre de los mártires, es una sangre que es derramada para siempre: “es una sangre que nos purifica, es una sangre que nos fortalece, que nos da esperanza y nos hace mirar hacia adelante”, por eso agradeció en especial a la embajadora y al alcalde por este recuerdo histórico que nos hace también reflexionar, estar más cerca de Dios y nos llena de esperanzas.
Los religiosos conocían los riesgos
Por su parte, fray Marian Golab, ministro provincial de San Antonio de Padua y beato Jacobo de Strepa, de Cracovia, Polonia, dijo que la ceremonia era “muy conmovedora y solemne… Ambos religiosos vinieron al Perú voluntariamente y aunque fueron advertidos sobre el peligro que corrían, no huyeron, no abandonaron al pueblo que servían desinteresada y decididamente, y por el que totalmente se sacrificaron. Por ello los franciscanos no pudieron tomar una decisión diferente y sus cuerpos tuvieron que permanecer en esta tierra. ´Ellos están aquí´, como cantamos en Pariacoto, en Chimbote o en Lima.
Además del Nuncio Apostólico, de la embajadora de Polonia y del padre ministro provincial venido de Cracovia, hicieron uso de la palabra el alcalde de Jesús María, Jorge Quintana, monseñor Ángel Simón Piorno, obispo de Chimbote; el padre Darius Mazurek, secretario general de la Animación Misionera de los Hermanos Menores Conventuales de Roma, quienes resaltaron el trabajo de los mártires polacos y que entregaron su vida por su fe. Asimismo, disertó Danuska Madej, presidente de la junta directiva “Dom Polski”, quien conoció a ambos religiosos y destacó sus cualidades misioneras.