Todos los años el día 11 de julio se conmemora el “Día Mundial de Población”, para reflexionar y sensibilizar acerca de la dinámica demográfica y los problemas que dificultan el logro del bienestar de los diferentes grupos de población. En la coyuntura actual analizar los efectos de la pandemia del COVID-19 aún es prematuro, sin embargo, se aborda los primeros impactos visibles. Al 30 de junio del año 2020, en el Perú somos 32 millones 625 mil 948 personas.
En el año 2020, en la región de América, el Perú es el 7mo país más poblado, con 32 millones 626 mil habitantes. El primero en la región es Estados Unidos con más de 331 millones, seguido por el gigante de América del Sur, Brasil con 213 millones y México con 129 millones de habitantes.
La concentración de población entre estos 19 países, es decir la densidad poblacional, ubican a la India en el primer lugar, con 420 habitantes por km2 , el segundo lugar lo ocupa China y el tercero Indonesia. Perú con 25 habitantes por km2 , ocupa el octavo lugar.
Situación demográfica actual del Perú
POBLACIÓN Y CRECIMIENTO
De acuerdo con las últimas estimaciones y proyecciones de población, el Perú al 30 de junio de año 2020 alcanza los 32 millones 625 mil 948 habitantes y se prevé que empiece a decrecer en aproximadamente 41 años.
Del total de la población peruana, 16 millones 190 mil 895 corresponde a población masculina y 16 millones 435 mil 53 a población femenina, correspondiendo una relación de masculinidad de 99 hombres por cada 100 mujeres. En el año 1950 la población no pasaba de los ocho millones de habitantes. Asimismo, se estima que durante este año nacerán 567 mil 512 personas y fallecerán 192 mil 215, que equivale a un incremento natural (vegetativo) de 11,5 por cada mil habitantes. El saldo neto migratorio arroja una ganancia de 57 mil 446 personas, por lo que finalmente en dicho año la población aumentará en 432 mil 743 personas, que representa una tasa de crecimiento total de 15 por cada mil personas.
El volumen actual de la población peruana encuentra su origen en el ritmo de crecimiento registrado hasta la década de los sesenta, a partir de la cual se observa un descenso sostenido de las tasas de crecimiento. Sin embargo, en términos absolutos la población continúa aumentando debido a la importante proporción de población joven en la cual la fecundidad es mayor y por la ola de inmigración de población venezolana.
Estado de la población peruana 2020
El crecimiento cada vez menor de la población, resultante principalmente de la disminución de la fecundidad, llevará al país a alcanzar su población máxima en el año 2061, con un total de 39 millones 793 habitantes. A nivel departamental, en el periodo de estimación y proyección 1995-2030, siete (7) departamentos ubicados en la Sierra y uno en la Selva, presentan crecimiento negativo, mientras que 17 presentan crecimiento positivo.
Como se aprecia, en un extremo las estimaciones y proyecciones muestran que, el departamento de Huancavelica empezó a experimentar una disminución de su población a partir del año 2004, seguido de Puno 2005, Pasco y Huánuco el año 2006, mientras que Apurímac será en el año 2020, Ayacucho y Cajamarca 2021, finalmente Amazonas, empezará experimentar una caída de su población a partir del año 2026.
Según las proyecciones oficiales del Perú la tasa global de fecundidad (TGF) para el año 2020 se estima en 2,2 hijos/as por mujer. El nivel de reemplazo generacional (2,1) será alcanzado en el año 2023, es decir, el punto en el que cada mujer procreará, en promedio, una hija o hijo a lo largo de su vida reproductiva.
En el periodo de análisis, la tasa bruta de natalidad presenta una disminución, alcanzando en el año 2020 un nivel de 17,4 nacimientos por cada mil habitantes. Similar situación sucede con la tasa bruta de mortalidad que alcanzó 5,9 defunciones por cada mil habitantes, se espera prevalezca debido al proceso de envejecimiento de la población.
ESPERANZA DE VIDA Y MORTALIDAD INFANTIL
La esperanza de vida de la población peruana en las últimas tres décadas ha aumentado en cerca de 11 años, por lo que, de mantenerse constantes las condiciones de mortalidad del año 2020, los peruanos y peruanas vivirán, en promedio, 76,9 años (74,1 años los hombres y 79,5 las mujeres). Este indicador se modifica en función de las condiciones predominantes de mortalidad, las cuales provocan aumentos o disminuciones en el riesgo de morir. Debido a que desde la década de los setenta se han fortalecido las medidas encaminadas a la erradicación de enfermedades infectocontagiosas y a que el perfil epidemiológico se modifica a partir del envejecimiento poblacional, la ganancia anual en la esperanza de vida mantiene una tendencia creciente.
No obstante, en las actuales circunstancias, y siendo las personas adultas mayores las más afectadas por la pandemia, es probable que se modifiquen algunas de estas tendencias. Uno de los factores más estrechamente relacionados con el aumento de la esperanza de vida es el descenso de la tasa de mortalidad infantil, la cual muestra para el año 2020 un valor de 12,6 defunciones de menores de un año de edad por cada mil nacidos vivos.
La reducción anual de este indicador en buena parte se explica por intervenciones contra enfermedades que requieren atención de primer nivel; en el año 2020 no se observa disminución en este indicador, mientras que en el año 1980 fue de 87,9 defunciones por cada mil nacidos vivos. Sin embargo, se debe considerar que las muertes en el primer año se vienen concentrando en el primer mes de nacimiento (neonatos), que además también requiere atenciones con alta tecnología.
Tanto en nuestro país como en América Latina y el Caribe, la emigración y la inmigración internacional han desempeñado —y continúan haciéndolo— un papel importante en relación con el tamaño, crecimiento y características sociales y económicas, efectos que se manifiestan de diferentes maneras a través de los años.
Las migraciones, por ser en general selectivas, además de modificar el tamaño de las poblaciones de origen y de destino, inciden en la estructura por edades y la composición por sexo, el nivel educativo, la oferta de trabajo, la demanda de bienes y servicios, y el entorno social y cultural. También los inmigrantes pueden tener pautas de fecundidad y condiciones sanitarias diferentes, por lo cual, dependiendo del efecto que ejerza en la población de destino o de origen, es posible que alteren los niveles promedio de las variables demográficas, según sean las condiciones socioeconómicas predominantes en los países de destino o de origen.
El Gráfico Nº II.4 (informe adjunto en el enlace al final de este resumen) permite comparar el crecimiento natural y el crecimiento total del país en el período 1950-2050, resultando un crecimiento total inferior a su crecimiento natural (vegetativo) a partir del año 1975; anterior a dicho período, el saldo migratorio era nulo y por lo tanto no influía en el crecimiento de la población. Resulta evidente, además, que la tasa de crecimiento social (diferencia entre la tasa de crecimiento total y la de crecimiento natural) se vuelve positiva a partir del año 2015 (0,3 por mil), como resultado del ingreso de población venezolana al país, estimándose para el año 2020 una tasa de 2,7 por mil habitantes.
Indicadores de la dinámica demográfica
Al igual que otras regiones en desarrollo, el Perú atraviesa un período de profundas transformaciones demográficas denominado transición demográfica. Se trata de un proceso relativamente largo que parte de una situación inicial con altas tasas de mortalidad y fecundidad y que finaliza con tasas mucho más bajas. La tasa de crecimiento poblacional es baja en ambas etapas, pero suele incrementarse en el transcurso del proceso como consecuencia del descenso de las tasas de mortalidad, para luego disminuir por efecto de la reducción de las tasas de fecundidad.
Según las últimas estimaciones del tamaño de la población, en el Perú, el número de sus habitantes pasó de 7 millones 777 mil en el año 1950, a aproximadamente 32 millones 626 mil en el año 2020, significa que la población aumentó en más de cuatro veces en un período de 70 años. Si se cumplen los supuestos implícitos en las proyecciones, en el año 2050 el total de la población llegará a 39 millones 363 mil habitantes, esta situación revela que, en los próximos 30 años, la población total se incrementará en 20,7%.
Entre los años 1950 y 2020, la Tasa Global de Fecundidad (TGF) cayó de 7,0 a 2,2 hijos por mujer; las defunciones de niños menores de un año se redujeron de 158,6 a 12,8 por cada 1000 nacimientos; la esperanza de vida al nacer aumentó de 44,1 a 76,5 años y la tasa de crecimiento promedio anual de la población disminuyó de 26,4 a 17,2 por cada mil habitantes. Se espera que en el año 2050 la esperanza de vida alcance los 79,8 años, que la mortalidad infantil se reduzca a 11 muertes por 1000 nacimientos, que la tasa media anual de crecimiento poblacional descienda al 2,8 por mil habitantes y que la TGF baje a 1,7 hijos por mujer, es decir, por debajo de la tasa de reemplazo.
El crecimiento y cambio de la estructura de edades
En el proceso de transición demográfica del país, resalta la acelerada caída de la fecundidad, que fue precedida por la reducción sostenida de la mortalidad, sobre todo a edades más tempranas, desde 1950. Así, la dinámica demográfica repercute en el crecimiento de la población y da lugar a cambios importantes en la estructura por edades de la población.
Se confirma que a mediados del siglo XX la tasa de crecimiento promedio anual de la población era del 2,6%, mientras que actualmente llega al 1,5%. El crecimiento varía marcadamente entre grupos de edades.
En la década de 1950 la población crecía en casi todas las edades, y la que más aumentaba era la de los menores de 15 años. En esta década se observa reducción de la población de menores de 20 años y crecimiento positivo de la población adulta, principalmente de los y las mayores de 50 años. Si se cumplen los supuestos de las proyecciones de población, hacia el final de este siglo en la región será la población de 80 años y más (cuarta edad) la que continuará aumentando su volumen.
Los cambios en el tamaño de la población según la edad y el sexo producen como resultado grandes trasformaciones en la estructura de población por edades. En el informe se muestran estas transformaciones a través de las pirámides de población estimadas en 1950, 2020 y lo que se esperaría para el año 2070.
Envejecimiento poblacional y bono demográfico
Las variaciones que se observan en la composición de la población por edad y sexo constituyen grandes desafíos desde el punto de vista social y económico. La relación de dependencia demográfica —el cociente entre la población de 0 a 14 años de edad y de 60 años y más (adultos mayores) en relación a la población potencialmente activa (de 15 a 59 años) – y los indicadores del envejecimiento demográfico resumen estas transformaciones.
La disminución de la relación de dependencia ha dado lugar al concepto de bono demográfico (oportunidad demográfica), situación favorable al desarrollo, en la que la carga potencial que soportan las personas en edades activas alcanza su nivel más bajo, es decir, cuando la población en edad de trabajar crece más rápidamente que la población dependiente.
Sin embargo, la vulnerabilidad de las poblaciones adolescentes y jóvenes en las actuales circunstancias por las que atraviesa el país en la pandemia por el COVID-19, pudieran ponerlos en riesgo al afectar sus oportunidades para transitar hacia la vida adulta, de la escuela al trabajo, el inicio de la maternidad/paternidad, etc.
En los inicios de la transición demográfica, la relación de dependencia era elevada debido al alto porcentaje de niños/as, (dependiente de la alta fecundidad) lo que planteaba enormes exigencias a los sistemas de salud, especialmente salud materna e infantil y de educación. En una segunda etapa, debido al descenso de la fecundidad, se produjo una disminución de la relación de dependencia a valores inferiores a 60 personas dependientes (menores de 15 años y mayores de 59 años) por cada 100 personas en edades activas (entre 15 y 59 años).
En el Perú se estima que la relación de dependencia comenzó a disminuir entre los años 1965 y 1970, determinando el inicio del bono demográfico. Se proyecta que esta reducción continuará hasta alrededor del año 2020 (60,2 dependientes por cada 100 personas en edad activa) cuando la relación de dependencia vuelva a crecer gradualmente por el crecimiento acelerado de la población en edad de trabajar, reducción de la población menor de 15 años y aumento progresivo de la población de 60 y más años, la tendencia es hacia el envejecimiento, en año 2040, la población de 60 y más años (7 millones 578 mil) será en número, ligeramente superior a la de los menores de 15 años (7 millones 589 mil).
Para el año 2050 se proyecta que uno de cada cinco peruanos/peruanas será una persona adulta mayor (60 y más años). Como consecuencia del aumento de la longevidad, la proporción de las personas de edad más avanzada también se incrementará, la población de 80 y más años pasó de un 0,3% a un 2,0% entre 1950 y 2020 y alcanzará un 5,1% en el año 2050.
Al mismo tiempo, la evolución de la edad mediana de la población3 (indicador del grado de envejecimiento de la estructura por edades) muestra cómo ha ido en aumento el proceso de envejecimiento, pasando de una edad mediana de 19,2 años en 1950 a otra de 30,6 años en el presente año, para alcanzar cerca a los 40 años en el 2050.
Sobre la base de las estimaciones y proyecciones de población, el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, clasificó a los países en cuatro categorías, según la etapa del proceso de envejecimiento en la que se encuentran, el Perú está comprendido dentro del Envejecimiento moderado, junto con Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, República Dominicana y la República Bolivariana de Venezuela.
Considerando la última revisión de las estimaciones y proyecciones de población, observamos que el año de inicio del bono demográfico correspondió al año 2005, el mismo que se estima tendría una duración de 40 años, es decir, el final del bono en el país sería el año 2045. El envejecimiento demográfico se define como el aumento progresivo de las personas de 60 y más años en la población total, lo que resulta de una gradual alteración del perfil de la estructura por edades, cuyos rasgos clásicos (una pirámide con base amplia y cúspide angosta) se van desdibujando, para darle una fisonomía rectangular y tender, posteriormente, a la inversión de su forma inicial (una cúspide más ancha que su base).
América Latina está envejeciendo paulatinamente, el Perú no escapa a este proceso, la proporción y el número absoluto de personas de 60 años y más aumentará progresivamente en las próximas décadas. En términos absolutos, entre 1950 y 2000, 1 millón 462 mil personas adultas mayores se sumaron a las más de 440 mil personas que construían este grupo poblacional, y entre 2000 y 2020 el incremento correspondería a 2 millones 238 mil personas. Resultado de la dinámica poblacional, la proporción de personas adultas mayores será más del doble que la población estimada para el 2020, estimándose que para el año 2050 este grupo poblacional alcanzaría los 9 millones 504 mil personas Se trata de una población que creció en esta última década a una tasa promedio anual de 4,9%, con un impulso mucho mayor que la que muestra la población total del país (1,3%).
Para el año 2050 se proyecta que uno de cada cinco peruanos/peruanas será una persona adulta mayor (60 y más años). Como consecuencia del aumento de la longevidad, la proporción de las personas de edad más avanzada también se incrementará, la población de 80 y más años pasó de un 0,3% a un 2,0% entre 1950 y 2020 y alcanzará un 5,1% en el año 2050.
Al mismo tiempo, la evolución de la edad mediana de la población (indicador del grado de envejecimiento de la estructura por edades) muestra cómo ha ido en aumento el proceso de envejecimiento, pasando de una edad mediana de 19,2 años en 1950 a otra de 30,6 años en el presente año, para alcanzar cerca a los 40 años en el 2050. Sobre la base de las estimaciones y proyecciones de población, el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, clasificó a los países en cuatro categorías, según la etapa del proceso de envejecimiento en la que se encuentran, el Perú está comprendido dentro del Envejecimiento moderado, junto con Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, República Dominicana y la República Bolivariana de Venezuela.
fotografía referencial, Agencia Andina
El informe – libro completo lo encuentras en:
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1743/Libro.pdf