Con respecto a la publicación de la última encuesta del IEP de este domingo 28 de Febrero, es posible inferir que:
Al momento, el candidato favorable a la continuidad del sistema político (en crisis) y que asegure la continuidad de las fuerzas que actualmente detentan el poder en el Perú, corresponde a la candidatura de Acción Popular (Lescano). Esta candidatura representa los intereses de los políticos utilitarios, pragmáticos y oportunistas con capacidad de reciclarse junto a la persona con mayor experiencia y potencia del sistema político actual (30 años en política). Esta candidatura arrastrará el voto utilitario de operadores políticos, y de políticos emergentes (informales) que solo pueden sobrevivir en la precariedad del sistema político en curso. Por esta razón se convierte en una candidatura muy potente para la supervivencia del sistema. Sus aliados más importantes provendrían de la estructura de operadores políticos del gobierno, del nacionalismo y del vizcarrismo.
La alternativa radical para la supervivencia del sistema político (en proceso de descomposición), con un decidido y potente apoyo internacional (técnico, recursos, ONG´s y agenda – Foro de Sao Paulo (ODEBRECHT), hoy: GRUPO DE PUEBLA: Nueva Constitución), corresponde a la candidatura de JP (VeroniKa Mendoza), y que depende de los intereses estructurados de la ideología liberal progresista de izquierda internacional. Con esta agrupación, tendríamos un gobierno dirigido a control remoto desde las ONG´s y organismos internacionales: Pro-Aborto, Pro-Ideología de Género y Pro “Ecologista Fundamentalista”. Arrastrará el voto cautivo de la izquierda liberal progresista local, pro-globalización y de los románticos de la izquierda tradicional (izquierda revolucionaria).
La candidatura de desintegración, que permitirá migrar votos hacia otros candidatos (voto joven, disconforme, de rechazo y de “chacota”), corresponde al candidato Forsyht, esta continuará diluyéndose en el tiempo, desplazando sus votos hacia posiciones extremas.
La candidatura de “opción de centro” que acapara votos cautivos supuestamente suficientes para pasar a la segunda vuelta y tener escenario previsible (de derrota en la segunda vuelta) es la opción indirecta que favorece al sistema político actual, y que se refleja en la candidatura de Fuerza Popular (FP). Conforme sus votantes reconozcan que es optan por un “voto perdido”, migrarán hacia la opción radical de Renovación Popular.
El candidato antisistema definitivamente corresponde a Renovación Popular, ya que ha logrado en las últimas dos semanas con una potente estrategia en redes y en TV, identificarse con el voto de rechazo al sistema (que resulta más potente que depreciable).
El hecho de que un candidato antisistema aparezca súbitamente en las encuestas implica que las encuestadoras (dependientes del gobierno) reducen significativamente su capacidad para influir y/o manipular el escenario electoral.
El candidato antisistema enfrenta la posibilidad de una exclusión que puede hacerse efectiva fácilmente (por la precariedad e inconsistencias evidentes del JNE), siempre y cuando no demuestre reales capacidades políticas de reacción. En este sentido, enfrentar una exclusión “pendiente” le puede hacer perder votos, al mismo tiempo que le facilita incrementar su identificación con el “voto de rechazo”. Si logra pasar la exclusión, entonces el escenario político necesariamente se polarizará hacia los extremos, entre la opción antisistema versus la opción pro-sistema (Lescano o Mendoza), ó (Lescano + Mendoza); circunstancia que se definirá con la “exclusión” o “no” del candidato de Renovación Popular.