Lo digo con vergüenza, muchas veces he dejado de ir a votar por flojera y/o, no tenía interés en dicha elección y pagaba mi multa.
Este último proceso, sin resultados al 100% aún, ha sido completamente diferente porque juegan la democracia contra el comunismo, el progreso contra el retroceso. Y decidí inscribirme para personero en una página web que dispuso Fuerza Popular.
No recuerdo exactamente cómo fue la cosa, pero como nadie me contactaba, hablé con un buen amigo, miembro del partido, y por algún motivo terminé siendo asignado como personero en el colegio San José de Monterrico, que lideraba de manera impresionante, como coordinador del local, otro buen amigo, un patriota, marino, que no es miembro de Fuerza Popular.
El sábado 29 de mayo, ocho días antes de las elecciones, recibí una llamada telefónica de Fuerza Popular en la que me preguntaban si podría hacerme cargo, como coordinador, del Jockey Club del Perú, 52 mesas de votación, 15.600 votantes, reto que acepté inmediatamente, por mi país y para ayudar a salvar la democracia. Después supe por gente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que este era considerado un local de votación “caliente” por la cantidad de electores.
A ocho días de las elecciones, me ofrecieron enviarme la lista de personeros que me acompañarían ese mismo día. El sábado no me enviaron nada y el domingo tampoco.
El lunes, a seis días del “Día D”, me enviaron por WhatsApp tres fotos (jpg) con una relación de 55 personeros que tuve que ingresar manualmente en mis registros. A pesar de haber solicitado un Excel, este nunca llegó.
Conforme iba ingresando los datos me iba encontrando con errores como nombres duplicados, números de teléfono equivocados, entre otros. Mi lista terminó reducida a 45 personas.
Avisé de esta situación a los que coordinaban el tema de personeros en Surco y mientras yo ya había entrado en contacto con este grupo inicial de 45 personas, parece que mi nombre se filtró y muchos empezaron a llamarme o enviarme mensajes ofreciéndose para ser personeros, mientras que otros salían de mi grupo porque me decían que habían sido asignados a otros locales.
Finalmente logré formar un equipo de 60 personas para cubrir 52 mesas, considerando que siempre puede haber inconvenientes de última hora.
De los 60 voluntarios, elegí a dos amigos conocidos, Jose y Toya, con quienes estaré eternamente agradecido por su soporte, para que me ayuden en la labor de coordinación. Sólo hubiera sido imposible.
Por supuesto, después de que conformé a mi equipo, en el que había algunas personas conocidas y muchas desconocidas, pero con muchas ganas de colaborar, recibí un WhatsApp de los coordinadores de Surco con otras tres fotos. Demasiado tarde.
En el transcurso de la semana tuvimos dos Zoom, uno el miércoles 2 con el grupo inicial y otro el sábado 6 en la noche, al que invité a Coqui, coordinador del colegio San José de Monterrico y a quien le había pedido no me sacara de su grupo de WhatsApp porque era de donde obtenía la mejor información para capacitarnos. Hicimos las últimas coordinaciones, aclaramos las dudas que pudimos y acordamos encontrarnos en el local del Jockey Club a las 6 AM. En la mañana del sábado yo había ido a hacer un reconocimiento de local, el ingreso estaba prohibido, pero cuando le dije al simpático policía quién era yo, muy amablemente me dejó recorrer el local sin antes decirme “Todos somos Keiko”. El día anterior, viernes, había pasado por el local del partido para recoger las loncheras, los protectores faciales y las credenciales.
La noche del sábado no pude dormir por la adrenalina y a las 4:30 AM del domingo ya estaba levantado. Llegué al Jockey Club a las 5:30 AM y poco a poco comenzó a llegar el equipo de personeros, la mayoría recién nos conocíamos.
El personal de la ONPE, como siempre ineficiente y después notaríamos que también agresivo, nos impedía el ingreso para ubicarnos en nuestras mesas porque “los miembros de mesa deben entrar primero” y ya sabemos que siempre llegan tarde o no llegan.
Ingresamos minutos antes de las 7 AM. Asignamos las 52 mesas, en una nos dimos el lujo de tener un presidente de mesa del equipo y un personero. Cuatro personas pudieron regresar a sus casas y quedo muy agradecido con ellos por haber estado temprano por si acaso.
La apertura de mesas parecía interminable. Eran las 9:30 AM y daba la sensación de que fuera mediodía. Finalmente, gracias a muchos voluntarios, a las 10:30 AM todas las mesas de votación quedaron operativas y todos nuestros personeros pudieron acreditarse. Afortunadamente hubo muy pocos personeros del lápiz.
Aproveché para irme un rato a votar al colegio Santa María y la impresión que tuve es de haber salido de Agua Dulce para ir a Bora Bora: Silencio, paz y tranquilidad. Y también falta de personeros.
El flujo de gente en el Jockey Club era constante, aunque casi no se vieron colas. En la calle había mucha gente y también problemas para parquear. Si bien todos estaban con mascarilla, el tema del distanciamiento social no importaba mucho. Y rezo porque nadie se haya contagiado en las casi 15 horas que estuvimos ahí.
El tiempo pasaba muy lentamente y el cansancio comenzaba a sentirse. De manera organizada, todos tuvimos la oportunidad de poder ir a votar a nuestros locales, algunos a almorzar a sus casas, otro que hasta hizo su siestita de media hora porque lo importante es estar entero a la hora del conteo de votos.
Los grandes héroes de la jornada, sin duda fueron los ancianos, que llegaron caminando lento, en sillas de ruedas, andadores, bastones, etc. y que tuvieron que recorrer aproximadamente 600 m. de ida y de vuelta, desde la entrada del Jockey Club, que es un terral, por un camino mal asfaltado hasta el local de votación que también es casi un terral. La parte más emotiva fue cuando extrañamente permitieron el ingreso de un auto al local: Era una señora conectada a un balón de oxígeno que venía a votar. Todos aplaudieron. A mí se me salían las lágrimas y se me siguen saliendo cada vez que recuerdo este episodio.
Dieron las siete de la noche, se escuchó el Flash Electoral de Ipsos como cuando hay gol de Perú y se cerraron las mesas. Empezaba el escrutinio y también los problemas con la gente de la ONPE que exigía que los personeros estuvieran a 2 m. de distancia de los miembros de mesa y desde ahí se les mostraran las actas, con la escaza luz que había. Afortunadamente supimos imponernos y se superó este impasse.
En el local del Jockey Club, cosa que no sucedió en todos los locales, en cada mesa de votación, se instalaron antes del cierre de la votación, una laptop y una impresora, de tal manera que los resultados del escrutinio eran ingresados inmediatamente y las actas salían impresas. Entiendo que en la mayoría de los locales ese proceso fue totalmente manual.
Pasadas las 8:30 PM, en un lugar acordado, empecé a recibir las primeras actas. En algunas mesas hubo algunos problemas con las impresoras y la cantidad de copias que sacaban, pero los personeros me enviaban sus actas en foto. Como a las 9:30 PM y después de haber recorrido dos veces el local, de una u otra manera, cuando ya destruían el material y cerraban el local, teníamos los resultados de todas las mesas.
Cosa curiosa, en los días previos, yo solo había coordinado algo con tres personas de Fuerza Popular, pero el domingo me llamaron dos personas para “coordinar la entrega de las actas”. Uno de ellos incluso se presentó en el local de votación. Ambos me parecieron personas sospechosas y de manera firme les dije a ambos que yo tenía una responsabilidad, que no podía entregar las actas a cualquiera y que las llevaría personalmente el lunes al local del partido en Surco. Finalmente, una de las tres personas del partido, llegó a mi casa casi a las 11 PM, identificándose con DNI, para recogerlas: Ellos iban a ingresar la información en sus sistemas durante toda la noche para cotejarla contra la de la ONPE y empezar la pelea con los Jurados Electorales Especiales.
En las 52 mesas que nos tocó vigilar, Keiko Fujimori arrasó con más del doble de votos que Pedro Castillo, con un estimado de 180 votantes por mesa, lo cual sigue indicando un gran ausentismo o que la base de datos de RENIEC deja mucho que desear, lo cual no me extrañaría ya que en algún momento fue mi cliente y conozco sus deficiencias y sinvergüencerías. No tuvimos ninguna mesa impugnada.
Durante el día, recibí entre 1.200 y 1.400 mensajes de chat de los diferentes grupos en que estoy, entre los de personeros del Jockey Club, coordinadores de locales y los de siempre. Mi capacidad fue rebalsada y ese día, según mi iPhone caminé 9,9 km. y tuve que recargar mi teléfono en cuatro oportunidades.
Cuando podía sentarme, en algún murito o lo que fuera, porque yo no tenía una mesa asignada y alguna silla, intentaba ver todos los mensajes, veía muchos referidos a falta de personeros en otros locales, tanto de Surco como de otros distritos y me daba mucha cólera, mucha rabia, la desorganización de este partido para organizar a sus personeros, un tema tan básico. Hasta leí un mensaje de una persona que votaba en El Callao pero que la habían asignado como personera en Cuzco. Y si Fuerza Popular pierde estas elecciones, habrá sido por la pésima organización que tuvo.
No sabemos todavía cómo terminará esta historia al 98,34% del conteo de la ONPE. Sí, creo que hay un fraude orquestado y organizado porque varias de nuestras mesas han sido impugnadas por los miembros del lápiz ante la ONPE y nuestras actas han sido impecables, impresas con sus propios sistemas.
Para terminar, solo quiero expresar mi total agradecimiento a ese maravilloso equipo de 59 voluntarios, que ese día se rompieron el alma por el Perú, sin dejar de mencionar que una persona de nuestro equipo estaba de cumpleaños, pero me pidió no comentarlo.
No quería dejar de mencionar que el grupo estuvo de acuerdo en donar los refrigerios que sobraran y de los 48 que quedaron, 24 irán a un Hogar de Ancianos de San Juan de Miraflores y los otros 24 a la Asociación Kantaya, una entidad que ayuda a mejorar la educación de niños en los cerros de Ventanilla.
A mí solo me queda decir: Misión cumplida.