El cardenal Cipriani dijo que en tiempos de pandemia, se puede apreciar, “un mundo frío, corazones de piedra; hace falta amor, falta quererse y como nos dice el propio Jesús en el Evangelio de San Mateo, aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, yo soy descanso para cuando estés cansado, la carga es ligera”. Por eso, señaló Juan Luis Cipriani “es difícil ser manso y humilde”.
Pero hay que pedirle a Dios: “Señor ayúdame a saber a veces perder, aguantar lo que no me gusta, escuchar lo que me molesta, ser manso”.
Pidió al Señor, que nos dé un “corazón de carne que se emociona, que se alegra, que pide perdón, que reza. Danos un corazón, que sepa acoger a los demás, comprender a los demás, llorar con los demás, acompañar a los demás, saber perdonar a los demás y en primer lugar saber dirigirse a ti y decirte Jesús perdón. Más de una vez te he hecho llorar, más de una vez tal vez, te he dejado desconcertado. Pues ahora te digo Señor: ¡perdóname!”
En su canal oficial de Youtube “Doy Fe”, el Cardenal peruano Juan Luis Cipriani también expresó en otro momento que en estos tiempos “buscar la verdad no es algo que le gusta a la gente”, porque buscando las opiniones de terceros “la mentira es fácil, es cómoda”; sin embargo dijo que solo la verdad “nos hace libres y felices” al facilitar la relación entre amigos, familiares, o entre esposo y esposa. “Si no hay verdad, todo tiembla, todo está flojo”, enfatiza.
Recordó, además, que la Iglesia Católica debe mirar a Cristo, quien dijo “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, lo que supone un verdadero esfuerzo de “pensar, razonar”. “La verdad supone que la realidad te diga a ti algo, no que tú inventes”, exhortó.
El Cardenal Cipriani afirmó que la verdad “es la que atrae, hace que seas una persona fiable, una persona amable, que la gente la busca porque no traiciona, siempre dice la verdad”. Continuó explicando que “una verdad no ofende, puesto que es un fundamento necesario para que el mundo siga adelante, como dice el Papa Benedicto XVI”. “Si no hay verdad no hay sociedad, no hay confianza, no hay fe, no hay nada”
“El corazón en la vida de un cristiano juega un rol muy importante, por eso quiero recordarles y ver las palabras con las que Dios habla a Moisés, cuando le dice yo me he enamorado de ustedes, yo los he elegido a ustedes”, dijo más adelante el purpurado.
Dios nos ama, dijo, para que nuestro corazón esté sano, esté limpio y lo utilicemos “para saber ayudar a los demás, para saber aceptar el dolor, no sólo físico sino también moral, esas penas que a veces encogen el corazón, esas dificultades que uno encuentra en gente a la que tanto quiere, o cuando pierdes a un amigo, pues ese dolor del corazón hace al corazón mejor, más fuerte”.