Con especial atención he seguido la jornada informativa organizada este miércoles por el BBVA, La Voz de Galicia y la Universidad de La Coruña, en la que se abordaron dos grandes retos (presentes y futuros) de las pensiones: la sostenibilidad del sistema y la suficiencia de las prestaciones, que a mi parecer, debió ser complementado por la construcción secuencial del aporte o del ahorro (mío y para mi familia) y la consistencia de la educación previsional, como componentes de un cuadro completo y no excluyente.
Una parte del titulo de este articulo viene al comentario de Yolanda Martínez-Bajo, directora de la Territorial Noroeste del BBVA, durante la apertura de las jornadas:
«Los expertos dicen que el momento ideal para hacer una planificación de lo que queremos hacer en nuestro futuro son los 34 años». Bueno, eso será en España, pero aquí es muchísimo más temprano.
Por su parte, David Carrasco, director comercial, pensiones y márketing en BBVA Asset Management aconsejó anticipar la toma de decisiones y comenzar a planificar el retiro nada más se ingrese en el mercado laboral, «para dar tiempo al milagro de la capitalización compuesta, a que ahorre por nosotros». En eso, al 100% de acuerdo.
Y en todo caso, le agrego: “cuanto antes, y cuanto más sabes, muchisimo mejor decides”
Fijense bien, los sistemas de pensiones no son parte de algo o complemento de algo. Son todo lo que esperas, o todo lo que dejaste de lado en la carrera del tiempo. Por eso, desde el primer día debería haber un consenso educativo que te explique desde todos los ángulos, qué significa esto de aportar o de ahorrar para eso que se ve tan lejano como las pensiones de jubilación y además, que te cuenten también eso de las pensiones de sobrevivencia porque sino, te hablaron del final de la película y te perdiste todo el rollo que la conforma.
Y del mismo modo, que te hablen, que te adviertan si es necesaria la palabra, de eso tan gravitante como las lagunas o silencios previsionales, que es algo así como cortar la película en las partes más alegres o de mayor acción, justo las que arman la historia. ¿Te imaginas una película de Star Wars sin las partes de acción y sin las partes emotivas? No sería “la” película, sino cualquier cosa, nada trayente, improductiva, sin interés por verla.
Entonces, si en la historia previsional, así se le debe llamar a la continuidad de tus pagos (recuerda: frecuencia y secuencia de aportes o ahorro) si en esa historia no tienes una hoja de ruta para saber tu camino, las curvas que evitar, las pendientes, las zonas de derrumbes, etc. entonces es como ir oscuras, vendado en los ojos en la vida laboral: no entenderás el impacto sobre el cambio de trabajo, los meses sin aportar, te casaste y qué pasa ahora, tienes hijos y qué les toca a ellos si te pasa algo, te pasó algo y necesitarás cobertura para no angustiarte por el dinero, te vas como independiente y qué sucede, falleces ¿quien cobra? no pagaste un año, o más tiempo ¿perdiste?
La sostenibilidad del sistema de pensiones -en realidad de los sistemas de pensiones, el estatal o el privado- y también, el hablar de la suficiencia de las prestaciones, es entendido mayormente como un tema de altas finanzas, de académicos y encumbrados y, no es así. Se trata de juntar los componentes, explicarlos en un ABC simple, alfabetización previsional y también, secuencia y frecuencia en el acompañamiento al afiliado y su familia, sus beneficiarios.
Cuanto antes, lo más joven posible; cuanto más sabes, que te digan lo que te interesa a tí y no al promotor comercial, tendrás todas las armas para decidir mejor y no suicidarte en el silencio de creer que no entenderás nada, cuando por el contrario, pagarás por no recibir tus derechos a estar informado permanentemente, porque permanentemente te cobrarán y tal vez, no tengas en el tiempo nada a cambio de tantos pagos.
Cuanto antes, ahora. Es tu responsabilidad la sostenibilidad de un sistema previsional.