En anterior artículo perfilé lo que significó el mensaje del presidente Trump por redes sociales respecto de los aranceles. El mismo que puedo resumir en: negociaciones con países vecinos al amparo de la sección 301 de la ley de comercio de 1974, que autoriza al presidente a tomar todas las medidas necesarias, incluyendo poner aranceles, para hacer frente cualquier acto, política o práctica de un gobierno extranjero, considerado injusto, que signifique carga para los Estados Unidos y su comercio.
Por lo tanto, la negociación no solamente es comercial, sino que es esencialmente política, incluyendo lo comercial. En ese sentido, toda la región debe actualizar lo que identifican como: intereses propios y los de la principal potencia del continente; pero, sobre todo, identificar cuáles serán los resultados que obtendrán aquellos, que han sido previamente, reconocidos como aliados, me refiero a México y Canadá.
Desde este punto que me voy a aventurar a perfilar la negociación en el continente. Iniciaré con precisiones de Argentina. Diciendo que, si bien estoy de acuerdo con el exvicepresidente y excanciller Carlos Rucauf, @DrRuckaufArg quien identifica y dice: “el presidente Trump se va a apoyar estratégicamente en el presidente Milei”. En mi caso, lo observo de manera diferente, dado que, al momento de implementar política de los Estados Unidos en la región, se va a apoyar en él, para mostrar cómo se “obtiene” la zanahoria; pero, sobre todo, como se “disfruta” de ella. porque ambos tienen muchos seguidores en redes y son muy hábiles en lo noticioso.
Porque con Argentina no hay mucho que negociar en el corto plazo, dado que tiene que seguir avanzando con el éxito de su programa económico, controlando inflación y reconstruyendo reservas; y porque, si bien el uso mediático puede ser excesivamente riesgoso, no faltan “agitados fantasmas revolucionarios” que siempre se despiertan cuando se negocia con Estados Unidos. El presidente Milei ha dado muestras palmarias de estar alineado, cien por ciento, con la política exterior de los Estados Unidos.
Ese alineamiento político, adicional al hecho que todas las proyecciones hacen prever que la economía argentina se hará merecedora por sí misma, a la “zanahoria” de recursos frescos, sustenta lo mencionado a que el presidente Trump se apoyará en el presidente Milei. No voy a entrar en detalles en este artículo respecto de la negociación con cada país, porque los asuntos varían, en número y profundidad, de acuerdo con la geopolítica de cada uno.
En términos generales no olvidemos que la negociación externa referida a “Make America Great Again” MAGA requiere: hacerlo a nivel mundial y durante los dos primeros años de su mandato. Dado que es durante ese tiempo, donde mayores posibilidades de éxito tiene; dado que el presidente Trump dispone de plenos poderes asegurados. Sin embargo, la complicación de esta negociación es, que no es desde un país victorioso después de una guerra, sino desde uno que puede entrar en una si la ejecuta mal.
Respecto, lo que le interesa a los Estados Unidos, considero es conocido, sin entrar a grandes especulaciones, es: a) asegurar acceso privilegiado a bienes (1) y mercados estratégicos, b) saber con quienes cuenta para hacerse grande de nuevo, porque eso no puede hacerse solo, menos sin alianzas que incluyan controles de fronterizos, robustos y precisos; y c) evaluar quién está interesado en la “zanahoria” de la transferencia tecnológica “nearshoring 2.0” que le aseguren lealtades en el tiempo.
¿Cuál es la debilidad, porque todos tenemos y enfrentamos debilidades? Primero, por dónde empezar a ejecutar cualquier estrategia; y lo segundo, realizarla en medio de un proceso de racionalización presupuestaria [DOGE] para cumplir con promesa electoral. Entonces aquí surge una pregunta central: ¿El presidente Trump y el Secretario de Estado Marco Rubio, preferirán confiar en la “américa morena” al sur del Río Grande?
Si fuera así, podrían tomar como objetivo, junto con la Argentina, la “conquista” de la Alianza del Pacífico, emprendiendo el logro de objetivos, en el mundo y en el continente (OEA), que aseguren la posición que desean. Veremos cuan permeables estarán los presidentes y las cancillerías al respecto, porque la política exterior es potestad de ellos.
Considero además que las negociaciones incluirán conocer el grado de compromiso para debilitar o desmantelar la agenda WOKE, promesa de campaña, la cual está presente en organismos multilaterales. Esto lo menciono por la respuesta que recibió el premier Trudeau para que Canadá se convierta en el estado 51 de la unión americana; y que muchos han disimulado, como una broma.
Voy a dejar exprofesamente hasta aquí el análisis y sin mayor descripción ni comentario alguno, sobre dos puntos: 1) la posible estrategia a seguir con el Brasil de Lula, y con la Centroamérica (y Caribe) de Maduro, salvo diciendo que evidentemente será, energética, y trasversal priorizando lo económico sobre lo político, lo que los Estados Unidos ha de implementar [2]. Además, 2) la necesaria estrategia de legitimidad que requiere la política de migraciones y deportaciones a implementar. Porque respeto a la legalidad no es solo lo que se requiere, cuando un país quiere pasar a otro y en corto tiempo, un número alto de personas, y a quienes hay que dar techo y comida por un tiempo.
Termino haciendo mención que actualmente se observa al senador Marco Rubio abocado a las labores para su confirmación por parte del senado de los Estados Unidos. Allí es donde deberá responder, a preguntas como las que el mismo hiciera hace cuatro años, por ejemplo, al actual secretario Anthony Blinken, de quien recibirá próximamente, el cargo. Pero ahora él es que tiene la responsabilidad de ejecutar la política exterior del presidente de los Estados Unidos y de lidiar con su personalidad.
Además, como ciudadano americano me merece el mayor de los respetos, tanto las raíces cubanas del senador Marco Rubio, como las acciones emprendidas por él, en años previos; pero, sobre todo, por el trabajo sacrificado que realizaron sus padres, por quienes considero, debe ser él, quien devele su estrategia, precise los resultados que espera, las personas involucradas y los costos que implica. Porque sobre ellos, será medido.
[1][1] En particular sobre este punto el departamento de estado ha venido trabajando con la debida anticipación. Para conocer detalles de los minerales considerados estratégico pueden revisar la página 8 del documento adjunto https://www.commerce.gov/sites/default/files/2020-01/Critical_Minerals_Strategy_Final.pdf
[2] Las acciones que logre implementar Christ Wright, magnate del “Fracking”, como el secretario de Energía, en el mercado del petróleo serán determinantes. Los que deseen tener detalles de últimas proyecciones adjunto enlace https://www.iea.org/reports/world-energy-outlook-2024