Fuera de los medios que han sido “desmermelarizados” (palabra que hemos patentado en nuestro portal de opinión), hay un abanico sucio de políticos fracasados que se han quedado sin chamba en el Estado, sin ministerios, sin consultorías o asesorías, sin contratos para la pareja actual o algún miembro de la familia, sin embajadas y sin ingresos “extras”. Estos desocupados que antes reinaban en gobiernos de un ebrio y de un mercantilista, que engañaron a un sucesor de tres días o en paralelo y a escondidas a un supremo ignorante de la izquierda del odio, han visto que sus presagios futuristas del desastre no se cumplieron y que el incendio que anunciaron nunca ocurrió. Sin embargo, han salido como hienas por carne podrida, a fin de atacar a quien sea y por lo que sea, con tal de obtener ventanas en los medios de comunicación y así saciar su sed de sangre ajena, por la que cobran.
Comencemos por un “dispuesto a todo”, desde ministro a guachimán, desde bailarín hasta pareja de farándula, pero ojo, exige no menos de 15 mil soles al mes, ya que sus rodillas cuestan lo que su boca escupe. Este sinvergüenza que justifica a su supremo ídolo de la sinvergüencería, hoy en prisión nuevamente, ataca todos los días a la presidente, pero con un nivel de ofensa en aumento, queriendo que le pongan una demanda o le den un buen golpe en la espina de su lengua, a fin de gritar que es una víctima, pedir asilo como su ídolo y ver si cobra de alguna mafia, lo que recibía su patrón del mal.
Otro, que es alquilable y ha pasado desde promotor de coches bomba a ministeriable, de candidato a un cargo y aspirante rechazado a la presidencia, un tahúr extremista de la política y de la violencia, que estuvo purgando condena y engañó a los que le dieron la salida, cree que ha encontrado su medio de impulso en una captura de atención, mintiendo sobre la Iglesia de la que él ha renegado.
Estos dos miserables, cobardes, expertos en el engaño y en sacar la mano para recibir buenas limosnas, han recibido un mensaje contundente de los ciudadanos en las redes sociales: que no mientan.
Los ciudadanos no les han dicho que se callen, o que no hablen más, o que dejen de participar con opiniones. El mensaje contundente es que NO mientan.
Así que par de fascinerosos, cuyos nombres no se pueden escribir en las páginas de los demócratas para no mancharlas, NO mientan. El Perú no los necesita, jamás los ha necesitado, ustedes han hecho mucho daño y no volverán a hacerlo.
Sigan faranduleando, sigan quebrando hogares, sigan en su minúsculo espacio de odio y pesadillas, pero NO mientan.