Durante el último proceso electoral presidencial, la baraja de las izquierdas estuvo más descompuesta que de costumbre, más inútil que cuando pensaron armar listas y candidaturas. Tan bajo era el nivel, que todos sus candidatos a la presidencia no superaron ni siquiera el 5%, salvo la coalición extremista que juntó en el partido comunista Perú “libre” a grupos neosenderistas y múltiples facciones que operan en zonas del narcotráfico, del contrabando y de la minería ilegal, con lo cual fortalecieron sus presupuestos de campaña y movilización nacional. Pero la izquierda esa de las ONG’s y los medios de comunicación aliados con Vizcarra y Sagasti (sus operadores en el Estado), desaparecieron del mapa de posibilidades.
Por eso la ociosa izquierda caviar, la de los burócratas eternos y circulantes de ministerio en ministerio, junto a las facciones mercantilistas de las licitaciones y los concursos públicos corrieron luego de la primera vuelta a ponerse de rodillas ante la extrema izquierda, que al final piensa lo mismo que ellos -porque la fuente que los procreó es idéntica-, sino que se diferencian en los métodos y los caminos, nada más. Unos creen en matar y destruir, los otros en asesinar lentamente y derrumbar progresivamente. Pero sus nutrientes son iguales: unas cucharadas de marxismo-leninismo, un vaso de maoísmo y una jarra del pensamiento Gonzalo (el coctel explosivo perfecto para ellos).
Corrieron, comenzaron a presentarse como voceros sin haber sido llamados, dieron la impresión de querer mejorar la imagen violenta y radical de Castillo, Cerrón, Boluarte, Bermejo y Bellido, pero éstos “angelitos del infierno” no son brutos, no son improvisados, ya que estaban bien asesorados por el G-2 de Cuba y el SEBIN de Venezuela que hicieron todo el planeamiento de la campaña y para eso, contaron con el equipo completo del Foro de Sao Paulo, ese mismo que acompañó a Evo y al ahora presidente Arce Catacora, ese mismo que organizó la reelección indefinida en Nicaragua y las campañas a las gobernaciones en Venezuela. El Foro de Sao Paulo nunca apoyó a Verónika Mendoza, ni al ex cura Arana, al contrario.
A la Mendoza le vino un respaldo desde Chile y Argentina, una ayuda por momentos desde Brasil, pero no le dieron ningún soporte para operar en la campaña y para tener las herramientas de gobierno futuro. Era y es una inversión improductiva para ellos. En cambio Castillo y Cerrón juegan con alfiles de identidad compartida, con elementos de expansión y si bien ni Castillo ni Cerrón hablan del Foro o se compenetran con los camaradas del Foro, saben relacionarse muy bien con los jefes, con Cuba y con Venezuela, con el mayor cártel de la narcopolítica.
Así, los del partido comunista Perú “libre” les hicieron creer a los progres, caviares y multifacéticos burócratas de la izquierda busca empleo y los medios de comunicación que buscan dinero del tesoro público para subsistir, que “eran aceptados” en el gobierno, pero eso, ha sido por un tiempo, ya que ahora prácticamente los han desaforado a todos, salvo los que saben acomodarse “a pesar de todo” en algunas empresas públicas o en los organismos reguladores.
Los extremistas están inundando el Ministerio del Interior para armar la plataforma política del fanatismo ideológico, controlan pero no dominan el Ministerio de Educación (ese es su flanco más débil). Los caviares siguen en poder de sectores claves como agricultura, industria, relaciones exteriores y defensa. No a la cabeza, sino en los equipos, en los que te petardean o encumbran.
Y en medio de todas estas peleas y sinsabores, los caviares, los busca empleo, pero sólo en el Estado porque en la actividad privada no tendrían cabida por sus gigantescas limitaciones, no se dieron cuenta que el desprestigiado Congreso de la República estaba trabajando silenciosamente en darles golpes clave: Sunedu reorganizada para recuperar la autonomía universitaria, Tribunal Constitucional renovado después de siete escandalosos años, Libertad en la educación y presencia de los padres de familia para supervisar los contenidos en temas fundamentales.
Los caviares, los ociosos recién se han dado cuenta, recién han despertado, pero es tarde, ya los derrotaron en las ideas, en el voto, en el consenso y en la razón.
Una mejor Democracia, mayor Libertad. Sin caviares funciona el sistema, sin extremistas perdura el sistema.