Cuando hablamos de calidad, pensamos en lo mejor, en algo superior a lo normal e incluso cerca de la excelencia en las actividades, acciones y realizaciones personales, pero en la actualidad, se trata de una mezcla algo extraña que se deriva de la manipulación y de la maldad, ambas con un sentido de destrucción humana incalificable. Así, no nos resulta extraño estar asqueados de los medios de comunicación (diarios, semanarios, revistas, canales de televisión, radios y ahora, portales o emisiones desde los canales virtuales). Todo es daño, crece el odio, siembran palabras no dichas, historias inexistentes, sentencias anticipadas de juicios que ni el inocente ni el culpable sabían que estaban en curso. Un mundo de invenciones para destruirlo, eso pasa.
Los medios de comunicación se han vuelto cárteles del activismo ideológico, fondas de delincuentes dispuestos a matar figuras emergentes, cuevas donde se usan métodos vedados de inteligencia y contra inteligencia para que brille la ignorancia política que le conviene al cártel y se establezca una relación de dinero fluido (sucio, negro) en doble sentido criminal. Si se les descubre, los miembros del cártel que tengan diferencias y antecedentes, callan a la hora de unirse para sellar y ponerle la lápida al oponente de sus intereses.
Las noticias de ellos derivadas, se han transformado en chismes educativos y especulaciones que siembran juicios para construir tendencias de odio, rechazo o fanatismo. Es complicado responder, es casi imposible resistir.
En el Perú que tenemos ahora, lleno de disparos de odio y construcción de calamidades de provecho, el juego en contra -por la democracia y la libertad-, va creciendo desde las redes sociales, siempre a favor de la resurrección de principios, valores y virtudes. Se callan los cobardes, los que viven en el remolino de la mediocridad.
Hoy estamos siendo testigos de la caída de audiencias, lectorías y respaldos (hasta de anunciantes y suscriptores habituales) que se asquearon y rompieron con la porquería que es hoy, ese “mundo inmundo” de los medios.