Es un insulto a la Democracia como sistema de gobierno, que todo se desnaturalice y se reconvierta en “nueva democracia”, algo así como hacer la demolición de un muro de contención de aguas servidas, para reemplazarlo por un “nuevo muro” construido en base a desechos tóxicos.
Hoy la moral humana ha sido reemplazada por la inmoralidad política, tanto como el ser un buen ciudadano es visto con repugnancia porque acepta “ese tipo de ciudadano” que existan gobiernos que no son de izquierda. O sea, la izquierda es el nuevo escalón ideal, el súmmum, el non plus ultra, en síntesis, la moda y respuesta que se ha revalidado para imponerse como “nuevo ciudadano” ¿Y lo aceptamos?
En el Perú del siglo de la indiferencia y la dejadez, treinta y cinco grupos de amigos interesados y no amigos -también interesados- han constituido “partidos políticos” de alcance fantasmal, no cuantificable y no calificable. Carecen de ideas y propuestas, no tiene equipos de especialistas en las áreas de gobierno o de expertos para la gestión, administración y dirección del aparato estatal. Se trata de bandoleros, chupamedias, ayayeros, mentirosos, estafadores y faranduleros hablando de justicia y represión al delincuente (sin verse en el espejo de su propia mentira y realidad de escándalo).
Uno de tantos, buen artista -para qué negarlo-, excéntrico vanidoso, imitador de los que siempre aduló, chibolín de segunda línea, metido en varios temas poco edificables, ha alquilado a un agresor de mujeres, uno de esos tantos “partidos” pensando que como los medios que cubren espectáculos y farándula se leen y ven mucho, puede desde allí hacer su plataforma presidencial. Pobre imbécil.
Como nadie se lo ha dicho, lo haré: la Democracia no es un show, no es un programa de humor donde se denigra a las personas por su sexo o discapacidades, donde se le mete bofetadas a quien hace de tarado o buenón, no es el circo en cuya carpa muere la diversión y sobresale el puterío. Y la Política que debiera renacer, jamás será lo que haces.
La Democracia, es el gobierno de los más capaces, para que los que no lo son, lleguen a serlo y los sigan en esa secuencia de gobierno.
La Democracia y la Libertad, no se exhiben como un medio de recaudación de dinero público en la cartelera del teatro del absurdo.
Imagen referencial: Esta es una fotografía de una producción del Programa de Teatro de SMSU de ‘Play’ de Samuel Beckett en su producción de primavera en el escenario principal titulada ‘Six Pack’. De izquierda a derecha: Nissa Nordland, E.A. Eichenlaub y LeeAnn Libnoch. La directora de esta producción -Nadine Purvis Schmidt. Diseño de Escenografía e Iluminación-Ray Oster