Mientras en Lima estamos sumidos en las incidencias de una nueva crisis ministerial, en el interior la sedición avanza a paso ligero. La región sur y el Cusco, en particular, están siendo cada vez más infiltradas por los operadores bolivianos comunistas y todo apunta a que el 20 de diciembre habrá un gran incidente que puede remover la estabilidad institucional de nuestra República.
Como ya he denunciado, el dictador cubano desde las sombras Evo Morales es el principal enemigo del Perú porque está empeñado en exportar hacia nuestro territorio el modelo de la revolución marxista – cocalera que inició en 1997.
Su partido Movimiento al Socialismo (MAS) ya está presente en el Cusco y se ha vinculado a organizaciones como la Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru (Fartac). Además tiene nexos con organizaciones obreras y campesinas en Arequipa, Moquegua, Tacna y Apurímac; y está asociado a una de las facciones más agitadoras de Perú Libre, que está avanzando en la recolección de firmas para convocar a una ilegal e ilegítima Asamblea Constituyente. Ese grupo lo encabezan ronderos de diversas regiones del interior.
Detrás de Morales están los especialistas geopolíticos y de inteligencia del Foro de Sao Paulo, quienes tienen como objetivo diseminar el comunismo en toda Sudamérica. Bajo la propuesta del socialismo comunitario (o suma qamaña, en quechua) están trabajando entre las poblaciones indígenas de Ecuador, Colombia, obviamente Bolivia, Argentina y Chile.
Y si bien tuvieron un revés grande con la desaceleración del Unasur (2018), se han reactivado con la insurgencia mapuche; al punto de poner en riesgo la viabilidad de la república chilena ahora sometida a un proceso refundacional muy peligroso. También se ha reactivado con fuerza la estrategia cocalera.
El proyecto integral es Runa Sur, organismo promovido por los bolivarianos desde el 2008. Postula una “América Plurinacional” que convoca a los movimientos sociales, sindicales, organizaciones indígenas y partidos de izquierda que no respetan fronteras nacionales pues son contribuyentes del denominado Abya Yala, que significa “tierra en florecimiento”.
Concepto acuñado por la organización Continental de los pueblos y Nacionalidades indígenas desde principios de la década pasada.
Según la última Declaración de Buenos Aires, el 20 y 21 de diciembre los cabecillas de este movimiento se reunirán en el Cusco para lanzar su gran insurgencia y Pedro Castillo será el nuevo líder ungido para que la revolución comunista se profundice en el Perú; y desde aquí se irradie al entorno andino. Estamos advertidos.