Chile, durante los últimos 15 años y con mayor intensidad durante el gobierno anterior, perdió el norte, dejó de preocuparse de lo urgente, y empezó a tomar un camino sin retorno.
La verdad de lo ocurrido en Chile entre el año 1967 y 1973 ha sido desvirtuada por la conveniencia y supuesta supremacía moral de partidos de izquierda y centro izquierda, generando mayores grados de división entre los Chilenos. Aquí no se busca dar a conocer la realidad de lo acontecido, sino el monopolio de la defensa de la dignidad y cuidado de la vida…. a la izquierda.
Pero la realidad que veo a diario es una izquierda que busca el aborto libre, que se cuadra con cualquier dictadura de izquierda como Cuba o Venezuela y no tiene el más mínimo compromiso con los derechos humanos, cuando no se trata de sacar una ventaja política. Ellos sólo cuestionan el gobierno militar de Pinochet.
Lo ocurrido en el Sename, la muerte de al menos 1.313 niños y adolescentes al cuidado del Estado, tampoco lo critico y pongo de castigo la a izquierda. El tema central es que preocuparon más se blindar a una inepta Ministra de Justicia como Javiera Blanco, que en buscar la verdad de los hechos para que nunca se vuelvan a repetir.
Este claro ese doble estándar que no ha sido combatido ideológicamente por los políticos de derecha, los cuales son igual de culpables por dar esta supremacía a la izquierda.
Con un silencio y pasividad intolerante -por otro lado-, también se ha empezado a sacar o censurar a quienes piensen distinto, aplicando un totalitarismo ideológico donde oponerse a las ideas, criticar gobiernos o simplemente ser un adversario, es casi una incitación al odio como respuesta de los intolerantes de izquierda.
Yo defiendo valores y principios que alguna vez defendió la derecha con fuerza. Entre ellos están el derecho a nacer, el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, la importancia de la familia y la iniciativa privada, sobre todo a las microempresas y pymes, quienes sufren de condiciones abusivas diariamente, en un mercado concentrado y poco competitivo.
Ahora si esto es ser facho o de ultraderecha, es solo un síntoma más de lo trasnochado que está nuestro país. Es simplemente sentido común y no etiquetas que te ponen los violentos de la izquierda, negacionistas de toda verdad.
Finalmente, vean cómo ahora la izquierda se ha puesto al servicio de la defensa de los delincuentes y no de los ciudadanos pacíficos, con lo cual su supremacía moral, no sólo es cuestionable sino inexistente.
Nota de Redacción: el autor publicó este artículo hace dos años en Chile y en el Perú. Ustedes pueden corroborar que tiene igual vigencia, importante actualidad. José Francisco Cuevas @JFCuevasVila es el Presidente de la Fundación Camino al Desarrollo, Economista, Liberal Clásico, casado y papá. Si tienes la oportunidad de escribirle, hazlo y apóyalo ahora, mañana puede ser tarde.