En la vida de las personas, mirar atrás para recoger rencor, odios y resentimientos, no alimenta nada bueno, no genera nada positivo, al contrario, te hace pensar constantemente mal y dudar de todo y de todos. En cambio, una actitud que no olvide, pero que perdone, hace grandes a hombres y mujeres que tienen un camino que se construye en base a valores, virtudes, principios y futuro.
Entender cóleras es criar más cólera, escuchar discursos de revancha y activismo de confrontación, es perdurar en la maldad que se dice rechazar. Un país para todos no se construye sobre los escombros, sino que se lleva en los hombros de las gentes que dejan de doblar las espaldas para henchirse de rectitud en todo sentido.
La democracia es para algunos un fantasma en sus vidas, porque no participan y no han hecho nada aún para edificarla y entonces, no la sienten, no la tocan, no la ven. La democracia no se encarga, no se hipoteca, no se alquila ni se compra por unos años a los representantes elegidos con el voto, eso no es democracia, eso se llama cambiar responsabilidades para asumir la estupidez, el abandono, el huir de lo que debes y tienes que proteger.
¿Volveremos cada cierto tiempo a sentarnos, a espectar el desastre y luego a decir que no fuimos nosotros los que nos equivocamos? Que cobardía.
Por eso la respuesta es una sola: Hay que ir a votar y hay que participar todos los días educándonos, leyendo, pidiendo explicaciones y soluciones, acciones y decisiones. Estamos cambiando de servidores públicos, no es que nos estemos entregando como país, a cualquiera para que lo dilapide, nos enfrente y nos ajusticie; eso que lo hagan los que quieran vivir de esclavos, de sumisos o bajo el yugo comunista, pero los peruanos no lo podemos pedir como respuesta, porque eso sería el último colmo que elijamos con los ojos vendados (como siempre fue).
Hoy existe un momento irrepetible: se llama 6 de junio y no hay retrocesos, porque ese día comienza una nueva acción por la Libertad, por la Democracia que tenemos y que debemos de reconstruir en sus detalles y en su contenido, en su afirmación y en su permanente explicación, porque la democracia no te da automáticamente trabajo, dinero y oportunidades, sino que sirve para amplificar derechos, pero primero, cumpliendo deberes y así podamos construir los caminos que incentivarán las inversiones, el trabajo, la riqueza progresiva, la felicidad en cada uno y para cada uno.
El 6 de junio es el primer día de la reivindicación nacional. A partir de ese momento, habrá que ser cautos y actuar con energía para defender cada decisión que se tome en defensa de la Patria, sin arrogancia, sin soberbia. Actitud vigilante, permanentemente vigilante.
Recuerden: No estamos hipotecando, alquilando ni vendiendo cinco años de gobierno a nadie. Se entrega una responsabilidad específica de gestión y administración, no de abuso ni de obstinación.
Y nosotros, la ciudadanía vigilante, vamos a apoyar el retorno de la educación cívica, de la enseñanza de la historia del Perú, del homenaje a nuestros Héroes, Bandera y precursores para que nunca más el terrorismo se vista de máscaras democráticas e inunde las mentes de nuestros jóvenes sobretodo.
¡Vamos con Fe!